Este domingo 24 de septiembre Mendoza va a las urnas, en la última elección provincial desdoblada antes de las nacionales del 22 de octubre. De los cinco candidatos a la gobernación mendocina, el postulante oficialista y exgobernador Alfredo Cornejo es el favorito para ganar cómodamente este domingo y mantener la provincia bajo el mismo signo político. La incógnita es cuánto sacará finalmente Cornejo, que en las PASO esperaba un porcentaje más alto tanto de su fuerza como de su diferencia con el competidor por el PRO, Luis Petri. Del resto de los candidatos, será interesante observar la consolidación del líder de La Unión Mendocina –y exsocio político de Cornejo– Omar De Marchi, que desde que rompió Cambia Mendoza en abril de este año, en el medio de las negociaciones por las listas provinciales, logró convertirse en la segunda fuerza en la elección. También concita atención cómo quedará posicionado el peronismo, sobre todo de cara a sus posibilidades futuras, entre una parte del PJ no kirchnerista que se acercó a De Marchi, los “históricos” caciques de las intendencias y las referencias renovadas del kirchnerismo.
Conversamos sobre esta realidad provincial con Federico Lemos, licenciado en Comunicación en la UNCUYO, que trabaja en Radio Nacional Quino de Mendoza y es editor del diario digital Mendoza Post.
De los cinco candidatos a la gobernación, quien parece ser el único capaz de al menos intentar disputarle la elección al postulante oficialista, el senador radical Alfredo Cornejo, es Omar de Marchi. De Marchi fue una sorpresa en las PASO, en las cuales, además, se esperaba una ventaja mayor de Cornejo en particular y de Cambia Mendoza como espacio. Una incógnita en este sentido es saber si Cornejo, por ejemplo, podrá mantener todos los votos de Petri (su rival en la interna). ¿O creés que una parte de ellos se puede ir con De Marchi? Y en este sentido, ¿creés que hay posibilidades de que el espacio que encabeza De Marchi se convierta en una referencia provincial o terminará nuevamente en Juntos por Cambio?
De los cinco candidatos, efectivamente las últimas encuestas lo dan como ganador a Alfredo Cornejo. Pero, algunos hablan de que se achica la diferencia. De los casi 43 que había sacado el frente Cambia Mendoza, lo ponen cerca de 39 y suma más La Unión Mendocina, que es la fuerza de Omar De Marchi, que estaría alrededor de 22 puntos; y también suma un punto más el frente Elegí, del peronismo acá en Mendoza. Hay otras encuestas que le dan menos a De Marchi, pero esas también marcan una baja de Cornejo.
Vos planteabas una sorpresa con respecto a De Marchi. Fue sorpresa y, a la vez, no lo fue; porque él tenía todo un aparato atrás. Es el representante del PRO en Mendoza y ya tenía un aparato político armado, más la experiencia de la intendencia de Luján de Cuyo y del Congreso Nacional. Ya era la referencia del PRO provincial antes incluso de integrarse a Cambia Mendoza. Además, en estos meses se fue aliando con algunos referentes que ya tenían una trayectoria: intendentes, algunos peronistas, que tenían su aparato.
En el caso de Petri sí creo que fue una sorpresa. Porque desde hace tiempo quiere ser gobernador de Mendoza y esta vez realmente sorprendió. Creo que eso fue lo que le permitió la negociación para la candidatura a la vicepresidencia con Patricia Bullrich, o, al menos, le sirvió.
Con respecto a los votos de Petri y su posible traslado, creo que van a ir a Cornejo. Desde el comienzo de la campaña, cuando De Marchi rompe con Cambia Mendoza, se generó una disputa muy grande entre ellos dos, acusándose. Entonces, creo que el electorado que eligió a Petri va a ir por Cornejo. Puede ser que se vayan algunos, pero no tanto como para traerle algún triunfo. Quizá sean esos dos o tres puntitos que marcan algunas encuestas.
Sí creo que con esta elección De Marchi se convierte en una referencia provincial. No solo porque se envalentonó, rompió y se posicionó bien en la elección, sino porque le sacó casi 5 puntos al frente Elegí acá en Mendoza y se ha llevado incluso gente del peronismo. Y, si siguen las internas en el peronismo, eso le va a ayudar a seguir posicionándose. Además, consigue legisladores, demostró que la gente lo vota cuando pateó el tablero después de casi ocho años del gobierno de Cambia Mendoza y con un peronismo que estaba como dormido.
Mendoza no es una provincia siempre radical; de hecho, tuvo cuadros importantes para el peronismo a nivel nacional, como Manzano, Bordón, Bauzá, Mazzón. E incluso, también durante el kirchnerismo. ¿Qué perdió el peronismo –que evidentemente sí ganó el radicalismo, en su alianza con el PRO– que hace que la trayectoria provincial de los últimos ocho años le sea tan desfavorable y, por otro lado, tan favorable al radicalismo?
Creo que fue, por un lado, la mala imagen que dejó la última gestión de Paco Pérez, que no había pagado sueldos estatales, que había dejado deudas para la provincia. Eso le sirvió de caballito de batalla al radicalismo no solo para poder ganar las elecciones en su momento, sino para sostenerlas. Es más, lo repite todavía en esta campaña. También hubo unos casos de corrupción de intendentes peronistas, como Luis Lobos en Guaymallén y Sergio Salgado en Santa Rosa, que están detenidos, presos y condenados. Eso manchó muchísimo al peronismo, que se guardó totalmente para despegarse de esas gestiones y eso le ha costado mucho.
Ha tenido un fuerte movimiento el kirchnerismo local con Anabel Fernández Sagasti y Lucas Ilardo, ahora con Flor Destéfanis (presidenta actual del peronismo), también estuvieron gestionando y han aportado en estos años al peronismo. Pero el gobierno local ha logrado que el gobierno nacional, La Cámpora, el kirchnerismo, tengan mala imagen. Entonces, la gente lo mantiene asociado a la corrupción, a los casos de Cristina en la Justicia. Eso lo reitera y lo repite todo el tiempo Cornejo, y lo han logrado instalar.
A la vez el peronismo, a nivel local, sostiene una serie de distritos. De hecho, de las siete que tuvieron PASO en abril y repartieron los cargos el 3 de septiembre, el peronismo retuvo las seis que puso en juego. El hecho de que la dinámica electoral local estuviera escindida de la provincial ¿favoreció esto? ¿Hay manera de trasladar ese “favoritismo” por el peronismo local a la opción provincial este domingo?
Creo que sirvió este desdoblamiento, que fue una buena estrategia para no arrastrar las preferencias provinciales a las locales. Les sirvió a los intendentes, algunos ganaron con más del 50 por ciento. Son departamentos que históricamente han estado en manos del peronismo, como San Rafael de los hermanos Félix, y acá en Maipú donde los hermanos Bermejo han tenido su hegemonía y ahora Stevanato viene a continuar su gestión. Ahí hay toda una interna en el peronismo. Porque estos grandes caciques, como los hermanos Félix, los Bermejo, se han separado mucho de La Cámpora, del kirchnerismo, de este movimiento que viene instalando Anabel Fernández Sagasti, sobre todo desde que perdió la gobernación en Mendoza.
No creo que alcance para trasladar esos votos de las intendencias a una preferencia provincial. Creo que hay una lectura más local del voto. Como hace rato que el gobierno provincial viene instalando su impronta de “buena gestión”, no creo que vaya a cambiar mucho este domingo. El mendocino, además, es más bien tradicional. Quizá me equivoco, por supuesto, y haya una reacción, pero no creo que haya modificaciones en el voto que le den más puntos al peronismo, que ya viene de dos o tres elecciones muy malas y tiene que refrescar o cambiar un poco.
De cara a los próximos años, de ese entramado de intendentes locales ganadores, ¿no podría pensarse un ordenamiento del peronismo provincial –que hoy aparece más bien dividido– que le permita reconstruirse como opción en la provincia nuevamente? ¿Quiénes son los referentes hoy del peronismo que podrían en la provincia iniciar un proceso así?
Como decía antes, están Fernández Sagasti, Lucas Ilardo, Flor Destéfanis, Ubieta ahora en La Paz; son como la nueva camada que venía a renovar un poco a los viejos caciques como los Félix, los Bermejo, Aveiro en Tunuyán que ahora deja y se va al Congreso como diputado en primer término. Todos esos son los que vienen traccionando al peronismo de hace tiempo. El error creo que puede haber sido la falta de territorio, en relación con la vieja militancia peronista que, tradicionalmente, estuvo en los barrios colaborando, y eso se ha ido perdiendo. Y sí el radicalismo ganó lugar ahí con distintas políticas.
Sería ideal un nuevo nombre, sangre nueva, con más pilas. Flor Destéfanis viene haciendo algo importante en el departamento de Santa Rosa: es la actual intendenta, se viene moviendo, estuvo en Brasil gestionando con Scioli para los productores de ese departamento del este, chiquito. Ella viene de a poco, a paso firme. Es una ex reina de la Vendimia, algo que puede ayudar acá, aunque parezca extraño, porque la gente lo valora. Me parece que quizá pueda ser una salida. Pero los caciques siguen ganando sus departamentos. Entonces hay que tener cintura. Yo creo que lo de De Marchi, el hecho de haberle pateado el tablero a Cornejo, es un buen momento para instalarse y recuperar no a aquellos que se fueron (porque algunos del peronismo se fueron con él) sino a toda esa tradición del peronismo.
Finalmente, por primera vez la provincia votó con Boleta Única Papel (BUP). Más allá de las críticas de algunos sectores, ¿cómo fue la experiencia? ¿Creés que influyó en la cantidad de votos válidos o en la gente que fue a votar a las PASO de junio? ¿Creés que eso va a mejorar en estas elecciones generales? Después de los votos impugnados en las elecciones locales de San Rafael y Maipú, ¿tuvieron que cambiar el diseño de la boleta?
Fue buena la experiencia de la Boleta Única Papel. Al principio, en las PASO de los departamentos que desdoblaron, la gente no sabía cómo era. Le sirvió al gobierno provincial el adelanto de las elecciones en esos departamentos para que la gente vaya practicando, ver cuáles eran los errores. Eso que comentás que arreglaron surgió de esas experiencias: la posición para marcar la cruz, porque no se distinguía la diferencia para marcar la lista completa o el candidato solamente; eso no estaba claro y se ajustó un poco. En las PASO para gobernador ya tuvo buen reflejo de la gente y se pudo votar bien, sin problemas.