En la punta noroeste de la provincia de Buenos Aires, la Cuarta Sección Electoral aporta 547.677 electores y 7 senadores a la legislatura provincial. Es un territorio de producción agropecuaria, que incluye al municipio con la mayor cantidad de hectáreas de soja sembradas de la provincia –General Villegas–, y en el cual, de las 19 localidades que lo compone –Alberti, Bragado, Carlos Casares, Carlos Tejedor, Chacabuco, Chivilcoy, Florentino Ameghino, General Arenales, General Pinto, General Viamonte, General Villegas, Hipólito Yrigoyen, Junín, Leandro N. Alem, Lincoln, Nueve de Julio, Pehuajó, Rivadavia y Trenque Lauquen–, 12 son conducidas por el peronismo. Del resto de los municipios, hay solo dos gobernados por el PRO (aunque entre ellos se encuentra Junín, el más importante en términos numéricos) y otros cinco están en manos de la Unión Cívica Radical (de los cuales la referencia más importante es Trenque Lauquen).
Tanto los alcaldes del PRO de Junín y Nueve de Julio –que quedaron por fuera del acuerdo nacional de su fuerza con La Libertad Avanza– como los radicales de Lincoln, Ameghino, Viamonte, Arenales y Trenque Lauquen constituyeron Somos, alianza a la que se sumaron el peronista Gilberto Alegre de Villegas y el vecinalista Britos de Chivilcoy, y que encabeza Pablo Petrecca, intendente de Junín. Por el peso territorial que lograron consolidar, la cuarta sección es la única donde esta tercera fuerza puede llegar a romper la polarización entre Fuerza Patria (FP) y La Libertad Avanza (LLA). También sería la posibilidad de que la boleta del peronismo que lleva a Diego Videla (presidente del Concejo Deliberante de Pehuajó) le gane a la alianza de LLA cuyo candidato principal es Gonzalo Cabezas (subsecretario de Relaciones con Municipios de la Jefatura de Gabinete del gobierno nacional).
“Nuestro distrito tiene la particularidad que Petrecca terminó cerrando con Somos”, dice Lautaro Mazzutti, exconcejal de Unión por la Patria de Junín y actual funcionario provincial, “no por una cuestión ideológica, sino porque la LLA no le dio lo que él pretendía. Si bien es difícil hacer futurología, creo que esta situación va a hacer que la LLA esté muy por debajo del porcentaje de votos que va a obtener en otras ciudades”.
En Trenque Lauquen, Leticia Badino, actual concejal de Unión por la Patria y primera candidata por la lista de Fuerza Patria para renovar la banca, entiende que, si bien “la lista de LLA no tiene integrantes del PRO, todavía pueden contener un caudal de votos proveniente de quienes aún apoyan al gobierno nacional, a pesar del pésimo desempeño de los representantes locales y del desastre de la propuesta nacional”. A lo que se suma que, aunque “la gestión de Recoulat (intendente de Trenque Lauquen) es mediocre y poco satisfactoria, el radicalismo sigue contando con un alto apoyo de la ciudadanía”. ¿Qué podría pasar entonces en esta ocasión? “Si comparamos las elecciones 2019 y 2023”, dice Leticia, “el peronismo y el radicalismo perdieron, de una ejecutiva a otra, poco más de 4 mil votos cada espacio. En 2023, LLA obtuvo 6 mil votos, cuando en la legislativa 2021 había obtenido 2 mil quinientos. Es probable que LLA pierda votos en esta elección, hay que ver cuántos y hacia qué espacio derivan. Es probable que el peronismo y el radicalismo recuperen parte de lo perdido entre 2019 y 2023”.
Diferentes trazos de una misma recesión
“Siempre hay demanda cuando hay una crisis económica, pero los recursos nunca alcanzan”, cuenta Laura Celis, referente de la organización Darío Santillán en Bragado. “En su momento, con el municipio habíamos articulado con varios espacios y diferentes barrios para las viandas de comida, pero eso no se pudo sostener. Seguimos nosotros una vez por semana dando los alimentos al barrio que nos toca. Es complejo, porque el gobierno nacional ha cerrado todo, no baja recursos y Provincia hace lo que puede. Por lo que hablamos con compañeros de distintos lugares, está complicado en todos los territorios de la Cuarta Sección sostener a la gente. Hay más demanda y pocos alimentos”. Detrás de las políticas sociales específicas y el drama primario de los alimentos, la cuestión de fondo tiene que ver con los modos en que la recesión económica golpea en el trabajo de toda la región. Dice Laura que esta complejidad se nota “en cuanto a los derechos, donde estamos retrocediendo treinta años: tener un techo, tener un trabajo que no hay. Y la gente se defiende haciendo changas en el día a día para poder subsistir. Es ver que si comen no pagan el alquiler, y si pagan el alquiler no comen. Son cosas muy básicas, que cada argentino debería tener, es la posibilidad de vivir tranquilo”.
En el mismo panorama recesivo, señala Badino que, en Trenque Lauquen, “las políticas económicas nacionales redujeron significativamente la capacidad de ingresos de jubiladas y jubilados, docentes, trabajadores municipales y trabajadores en general. Esto ha hecho que se retraiga el consumo, lo que está impactando fuerte en el comercio. Salvo el sector agropecuario, todos los demás sectores han sido impactados negativamente desde la llegada de Milei. Según un estudio realizado por la UTN local, el año pasado, la actividad económica en el distrito está organizada de la siguiente manera: el sector agropecuario representa un 27 por ciento, el sector servicios un 35 por ciento, el sector comercial un 26,6 por ciento y el sector industrial un 10 por ciento.” Con estos números, el impacto en servicios, comercios e industria de las políticas nacionales se hacen sentir en el municipio.
Algo similar relata Mazzutti desde Junín: “el objetivo de bajar el déficit fiscal y de bajar la inflación a cualquier costo hizo que el brutal ajuste se haga sobre los sectores trabajadores y más vulnerables, como jubilados, sin dejar de mencionar un inminente fenómeno de pérdida de puestos de trabajo. Esto le pega directamente al sector comercial. La pérdida de poder adquisitivo del salario significa menos poder de compra y una baja considerable en el consumo. La situación de los comerciantes es desesperante. Si bien Junín es una ciudad que tiene una relación directa con lo agrícola, también es un polo comercial regional”. Aunque el modelo económico también golpea al sector de la producción agrícola: “un dólar que hasta hace un tiempo estuvo totalmente pisado y que aún está intervenido para que no se traslade a precios hace que no sea atractivo para el productor liquidar su cosecha, por ser muy finita su rentabilidad. También hay que sumarle que el presidente Milei no les ha cumplido la palabra de suprimir las retenciones, sumado a un precio de los granos que no está en su mejor momento”.
La obra pública paralizada desde diciembre de 2023, tras el inicio del mandato presidencial de Javier Milei, suma problemas al sector productivo, porque generaba empleos y movimiento económico en todos los sectores del rubro. En el caso de Junín, además, el gobierno nacional paralizó la obra del bajo nivel, una “obra histórica para la ciudad”, como la describe Lautaro. Por esta decisión, la arteria principal de la ciudad, avenida Rivadavia, está completamente clausurada hace más de 800 días, la ciudad partida en dos con un impacto enorme sobre la movilidad, el acceso a los servicios esenciales y la rotura del tejido económico, que incluye cierre de comercios. A esto se suma el abandono del mantenimiento de las rutas, que, como destaca Leticia, “es una preocupación generalizada. Aunque el reclamo respecto de la Ruta 5 es de larga data, lo que abona a la idea de que todos los gobiernos desestiman el problema”.
Todos los impactos de la crisis
“Los vecinos y vecinas e instituciones no pueden más”, continúa detallando Mazzuti sobre la situación social y económica de Junín. “La desregulación en los precios de las tarifas, de los medicamentos, pega directamente en el bolsillo de gente. No hay un vecino que no diga que al 15 de casa mes ya se le terminó el sueldo. Un claro ejemplo de esta crisis es que nuestro hospital regional aumentó exponencialmente el número de atenciones. Esto quiere decir que la gente dejó de pagar la obra social o la prepaga”.
Lo mismo ocurre en Bragado, donde el impacto sobre el sistema sanitario es importante y significativo. Como cuenta Pablo Corniglia, director del Hospital Municipal San Luis, muchos pacientes “se terminan volcando al sistema de salud municipal, lo cual está llevando a una sobrecarga de los costos que son cada vez más altos. En los municipios como el de Bragado, esto tiene un alto impacto dentro de los presupuestos de salud. Está llevando a una situación bastante crítica, por los tiempos de respuestas y porque hay costos que son muy difíciles de solventar. Claramente se ve una demanda enorme de aquellos ciudadanos que se han quedado sin prepaga porque no pueden pagarlas, sin trabajo porque han sido expulsados del sistema de trabajo, y particularmente Bragado tiene la característica de que no hay centros privados de salud. Por lo cual, todo paciente con obra social termina cayendo en el hospital público. Esto también se agrava porque las obras sociales no están pagando, no están financiando al sistema público. Por lo cual es mucho más complejo sostener no solamente a los pacientes que no tienen obra social, sino también a los que tienen obra social y prepagas”.
En la experiencia de Azu Belamendia, docente de esa ciudad, se observan “problemáticas que no son nuevas, sino que están exacerbadas. Falta de empleo, trabajos muy inestables y superprecarizados, consumos problemáticos, poca atención a los chicos, poca conciencia. Veo que las maestras queremos resolver todo eso, pero el tiempo no alcanza nunca. Todo eso que los chicos absorben después lo descargan con violencia en las escuelas. Siempre tenemos que sostener con palabras y actos que existen otros modos y otro mundo, que algo mejor es posible. Los chicos cada vez más van a las escuelas en busca de contención, de juegos de compañía, de atención”. Una contención que es afectiva pero también material: “van a comer, saben que tienen garantizado el almuerzo y la merienda. Y ahora en invierno también van a estar calentitos. Siempre se recorta en calidad y cantidad de alimentación. Es importante defender todos los días el almuerzo de los chicos”.
El sistema de salud recibe también el impacto de la situación económica y social. Como cuenta Corniglia, “aparecieron patologías que no teníamos, como tuberculosis. Tenemos más casos de consumos problemáticos. Hay pacientes crónicos, por ejemplo, en salud mental, que estaban estabilizados dentro de un contexto familiar donde no había problemas económicos. Sobre todo, tenemos una tasa de intento de suicidio muy alta, y eso se debe básicamente al contexto social y económico”.
Las políticas de las áreas de Salud y Educación fueron particularmente recortadas por el gobierno nacional desde la asunción de Milei. ¿Cuáles son las consecuencias en las tramas locales de estas decisiones? “Siempre influyen las decisiones de Nación en la Provincia”, dice Azu. “En mi caso, valoro más todavía las políticas educativas provinciales: la caja de 108 libros que llegó el año pasado a todas las secundarias es supervaliosa, la exprimo todos los días. Ahora que Nación ya no hace llegar libros, se nota, por ejemplo. En escuelas rurales o lejanas siempre se recorta en transporte: esto perjudica muchísimo a todas las familias y siempre pasa desapercibido”. En relación con la salud, muchos pacientes “quedaron por fuera de la asistencia que venía del gobierno nacional a través de algunas políticas. O de Provincia, que quedó desfinanciada. Es muy complejo, muy difícil; tratamos de articular ciertas prácticas, estudios o tratamientos que no podemos costear con el gobierno provincial, pero también la provincia se ve bastante afectada por esto. Nosotros estamos trabajando continuamente sobre el modelo médico hegemónico verticalista, que no sirve para estas situaciones. Creemos que la salud se construye a partir de la participación de todos los efectores. Es un cambio de paradigma importante, pero de a poco vamos cambiando la forma de pensar de los profesionales y de los trabajadores y las trabajadoras de la salud para lograr una mayor participación y el compromiso de todos en lo que está pasando actualmente”.
Cómo encauzar el malestar
Frente a las elecciones del 7 de septiembre primero y del 26 de octubre después, la pregunta es si esta situación de malestar económica y social, de alteración de las condiciones de vida en todos los órdenes, puede conseguir alguna traducción electoral. Una de las preguntas de las fuerzas políticas es si, a diferencia de lo que pasó en la mayoría de las elecciones provinciales de este año, el ausentismo será o no protagonista. “El clima electoral es de apatía”, dice Leticia Badino a propósito de Trenque Lauquen: “Las personas están agobiadas por la situación económica y desilusionadas con lo político. Muchos están enojados porque entienden que la política no resuelve sus problemas. En ese sentido, aquellos que creyeron que Milei era una solución están enojados en general, o quieren castigar a LLA”. ¿Cómo se moviliza este malestar desde Fuerza Patria? “Se apuesta a la identidad peronista, por esto nuestra campaña instala el ‘votá peronismo’. Porque, a pesar de las campañas de desprestigio, en el sentir particular e íntimo, las personas consideran que viven mejor con gobiernos peronistas. Hay que ver si el prejuicio es más fuerte que el sentimiento”, concluye Leticia.
Bragado, a diferencia de Trenque Lauquen y Junín, es un municipio gobernado por fuerzas aglutinadas por el peronismo, hoy en Fuerza Patria. ¿Cuál es el aporte diferencial, en este sentido, en cuanto a las políticas municipales? “Nuestro intendente”, dice Laura Celis, del Frente Darío Santillán, “se ha enfocado en lo que prometió antes de las elecciones pasadas en Salud. Hay que rescatar lo que se hace bien en los CAPS, en el minihospital que armó. También logró la iluminación en los barrios, en los populares y en los no populares. Está haciendo cosas. El tema es que no pueda hacer cosas más grandes. Calles asfaltadas, en mejor estado, recolección de residuos, un montón de cosas hay dentro de las necesidades de los vecinos”. ¿Cuáles son las expectativas sobre las elecciones? Dice Laura: “Creo que mucha gente ha cambiado la mirada hacia este gobierno nacional, del que tenía una idea diferente. Aunque también tenemos otras muchas que no quieren ni siquiera participar y otras que todavía siguen creyendo que este gobierno nacional va a ser algo positivo, que hay que darle más tiempo para que cambie toda esta historia. Ojalá la gente sorprenda y dé un voto de confianza a Fuerza Patria, porque creo que es el camino para que la situación sea un poco más justa y la gente esté mejor. Y para que no se tiren en un tacho de basura los derechos conseguidos: a la salud, a la escuela pública, a la educación. Ojalá que en la urna cambie, porque, si no, la situación se va a complicar mucho más”. Para esto, para convocar, de cara sobre todo a 2027, “la gran deuda que tienen los políticos es empezar no a hacer promesas, sino a planificar, priorizar un plan de vivienda, no perder la esencia de priorizar las necesidades de la gente”.
Como remarca Lautaro Mazzutti, “está claro que Fuerza Patria en todos los distritos de la provincia es la alternativa a este modelo de crueldad. Nuestro discurso es claro. Necesitamos más escuelas, más inversión en salud, más obra pública que garantice que no haya más accidentes que se puedan prevenir, apoyo a las Pymes. Una clara muestra es el gobierno de Axel. El domingo es el momento de defender a la Provincia”.