San Luis va a las urnas este domingo sin ninguno de los hermanos Rodríguez Saá en las boletas, pero con ambos a los dos lados de las fuerzas que se disputan la gobernación. El candidato más importante del peronismo conducido por Alberto –gobernador en ejercicio– es Jorge Omar “Gato” Fernández. A él se suman dos fórmulas más del PJ y una del Movimiento Evita en el mismo lema: por la Ley de Lemas vigente, todas acumulan para el candidato más votado. Enfrente, Claudio Poggi  –exgobernador de San Luis en el interregno de los cuatro mandatos que acumula Alberto y los cinco que contó Adolfo– reúne el espectro de Cambia San Luis. Cuenta con el apoyo de Rodríguez Larreta y de Adolfo, que en marzo anunció que se bajaba de la candidatura propia para sumarse a la campaña de Poggi. Conversamos con el periodista puntano Oscar Flores sobre los armados y las trayectorias de las fuerzas políticas que conforman este escenario electoral con final incierto.

En estas elecciones, vuelve la Ley de Lemas en forma de renovación (sancionada en 2022). En un punto, parece canalizar las internas. El peronismo (Unión por San Luis) va con cuatro sublemas. Sin embargo, el candidato más importante parece ser Jorge Omar “Gato” Fernández. ¿Se puede leer más como un movimiento para contener la interna y arrastrar, condensar las diferentes fuerzas que como una disputa real por el territorio (sobre todo considerando que el candidato opositor, Poggi, había empezado con una fuerte diferencia en las encuestas para ganar la provincia)?

La Ley de Lemas ya se aplicó en San Luis en 1987 para la elección de senador nacional, después de un conflicto nacional que tuvo a la provincia al borde de la intervención federal. En ese momento Oraldo Britos ganó la senaduría nacional con la Ley de Lemas. Pero nunca se había dado, hasta este año, la cantidad impresionante de candidatos que concitan la Ley de Lemas: más de 5.300 candidatos y candidatas para esta elección del 11 de junio. Ahora, ¿qué lectura hacemos los que analizamos la política hace cuarenta años en San Luis? La Ley de Lemas vino a resolverle los problemas internos a los partidos políticos, pero le vino a complicar la vida al electorado. Hay molestias por la cantidad de gente y nombres: muchos que no son conocidos juntaron doscientos avales y son candidatos. La gente se va a encontrar en el cuarto oscuro con una pueblada de boletas.

En cuanto a las posibilidades de los candidatos, se polariza la elección. Desde el oficialismo, en cuanto Alberto Rodríguez Saá nominó a Jorge “Gato” Fernández como el candidato oficial, el resto de los lemas que van a gobernador no tiene sentido que sigan compitiendo. Porque si el propio gobernador lo señala como el candidato oficial, indudablemente ya lo está perfilando para el cargo. Y en el lado de la oposición, estaba claro desde hace años que el único que lleva más votos es Poggi. Es decir, no tenían un problema de competencia por la categoría de gobernador. Por eso, se va a polarizar la elección en esas dos figuras.

Si bien los números lo favorecen a Poggi –quizás porque el principal candidato del oficialismo demoró en ser presentado–, entró en una meseta que acorta cada vez más distancia, aunque sigue arriba. ¿Cómo llega para el domingo?

Sobre las encuestas, no considero que haya que darle importancia por quién ponen ganador, porque incluso a nivel nacional y hasta internacional no tienen mucha credibilidad. Está claro que hay un perfil mucho más sostenido en el tiempo favorable a Poggi, porque viene trabajando para ser el gobernador de San Luis desde hace años. En cambio, Hernández es un candidato hecho en los últimos meses. Renuncia al Tribunal Superior de Justicia de la provincia y se pone el overol para ser candidato a gobernador hace un tiempito, mientras que Poggi viene hace años y no necesita hacer campaña de conocimiento.

Un hito importante en el camino a esta elección fue la “bajada” de la candidatura de Adolfo Rodríguez Saá y el hecho de haberse sumado a apoyar a Poggi, que plasmó la ruptura entre los dos hermanos y exgobernadores provinciales. ¿Cómo juega este apoyo a Poggi en las posibilidades del candidato? ¿Tiene capacidad de “arrastrar” parte de la fuerza del peronismo o al menos el 22 por ciento que lo votó en la última elección para gobernador?

La pelea entre Adolfo y Alberto es una pelea histórica. Al comienzo todos dudábamos, propios y extraños, si esa pelea era real o estratégica para que Adolfo pudiera traccionar los sectores más amigables dentro de la oposición y armar como una tercera fuerza que debilitara las posibilidades de Poggi. Pero eso no aconteció: finalmente la pelea fue real, no solo en los medios sino a nivel familiar. Quienes conocemos las personalidades y el entorno familiar, sabemos que hasta las familias se han peleado. Por lo tanto, la pelea es real y concreta. Y, en este sentido, las posibilidades de que Adolfo le aporte a Poggi son efectivas. Fue gobernador cinco veces de San Luis y, si bien en los últimos comicios no ha tenido un gran caudal, un gran volumen, simbólicamente tiene peso que camine pueblo por pueblo diciendo “yo voto a Poggi”. Eso es muy fuerte para el electorado. La gente lo considera a Poggi como su alumno, y el hecho de que los viejos seguidores de Adolfo tomen su palabra como un mandato indudablemente le va a aportar. No sé en qué porcentaje, pero le aporta.

Para esta elección Poggi juega claramente como hombre de Horacio Rodríguez Larreta en San Luis. Mientras que el actual gobernador, al contrario, aparece –al menos desde Buenos Aires– distanciado del gobierno nacional. ¿Cómo juegan en esta elección estas relaciones con las fuerzas nacionales, si es que tienen algún impacto?

Poggi gobernó San Luis cuatro años con la venia de los dos hermanos. Después, Alberto lo empezó a molestar con críticas muy fuertes desde su diario, el diario La República –que hoy es el diario oficial donde el gobierno publica todo, incluso el Boletín Oficial– y lo desgastó desde el segundo año de mandato. Y fue quien se opuso a que Poggi fuera a una reelección y se dio el quiebre. Poggi se fue expulsado del PJ y fundó su propio partido. Entonces, tuvo que buscar a nivel nacional un paraguas, porque consideraba que iba a ser fuertemente atacado por Alberto, que volvía al poder. El plafón que le daba eso a nivel nacional era Macri, que acababa de asumir la presidencia y lo tiene en San Luis a Poggi como aliado. De hecho, con Poggi Macri gana las elecciones a diputados con una lista que encabeza el todavía diputado nacional Cacace. Después, Macri se fue del poder y Poggi teje una alianza con Rodríguez Larreta, quien, cuando vino a San Luis, lo posiciona como su candidato en la provincia. Eso tiene fortalezas y debilidades para él. La fortaleza es que en las elecciones para los cargos nacionales la performance del macrismo ha sido positiva, hasta le ha ganado al peronismo, como en el caso de Cacace. Aunque, a nivel provincial, tal vez, eso no tenga mucho peso ahora, se verá el domingo con el resultado. La debilidad es que, si Poggi adhiere a las políticas que podría aplicar Rodríguez Larreta a nivel nacional en cuanto a la economía, hay una gran parte del electorado provincial que no está de acuerdo con eso.

Alberto Rodríguez Saá nunca se perfiló a nivel nacional con nadie. A Cristina hasta la ha descalificado públicamente. Con Alberto Fernández, si bien han tenido visitas institucionales y fotos, a su vez terminó tejiendo un acuerdo con Schiaretti, que ahora está (parece) más cerca del macrismo. Más allá de eso, Alberto Rodríguez Saá se sigue sacando fotos con el resto de los gobernadores peronistas. Y parece que se va a quedar allí, aunque coquetee con unos y con otros. Y si llega a perder la elección el próximo domingo, a nivel nacional va a perder plafón, porque va a ser un derrotado en las urnas, aunque no vaya en la boleta como candidato.

Quizá la Ley de Lemas no es tan relevante para la disputa provincial dentro del peronismo, pero ¿esto se vuelve competitivo a nivel municipal? ¿Incide de alguna manera en la disputa por alguna de las intendencias? En este sentido, quizá la más potente interna se da en la capital provincial. ¿Cuáles son las posibilidades de las fuerzas en la disputa por la ciudad de San Luis?

A nivel municipal, el justicialismo puede traccionar más, por la cantidad de sublemas que lleva, apoyando a los dos intendentes que tiene, que han hecho gestiones mediocres, tanto en San Luis como en Villa Mercedes, que son las dos ciudades más importantes. La gestión no es muy buena, con lo cual les va a ayudar la cantidad de sublemas que llevan. Como también les ayuda no aparecer mucho en los medios, porque no tienen buena imagen en el electorado. Y las pocas obras que han hecho fueron, claro, con fondos nacionales.