Por primera vez desde que el PRO gobierna la Ciudad de Buenos Aires, en la elección de 2019 dos de las quince comunas en que se divide su territorio quedaron en manos de la oposición: el Frente de Todos ganó las Comunas 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya) y 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano). Son las comunas del sur de la ciudad, donde la ausencia de políticas oficiales del macrismo ha profundizado todos los indicadores de la fuerte desigualdad social que existe a su interior entre los barrios del sur y el centro-norte. La potencialidad de articular estas demandas –históricas y nuevas, organizadas y particulares– con el proceso de descentralización política que proponen los gobiernos comunales para canalizarlas, hacerlas visibles y gestionarlas será clave para que el Frente de Todas pueda sostener sus victorias electorales en ambas comunas (y sumar nuevas) durante este año, con el horizonte de plantear otra ciudad posible de cara al 2023.
Comuna 4 y Comuna 8 parecen encarnar el malestar porteño con un gobierno que, en los últimos días, ha llevado a la población de la Ciudad al paroxismo de la carroña política, a costa de la vida de los habitantes del distrito que supuestamente deberían cuidar. Nacho Álvarez es el presidente de la Junta Comunal de la Comuna 4, a quien consultamos luego de esta semana de desasosiego porteño.
¿Cuál es tu reflexión después de esta semana en la que el Gobierno de la Ciudad llamó a la desobediencia del DNU del Ejecutivo nacional, a partir de un fallo del Poder Judicial de la Ciudad?
Me parece de una irresponsabilidad increíble. Nuestra sociedad lleva más de un año haciendo un esfuerzo muy grande durante toda esta pandemia y resulta caprichosa la actitud del GCBA de no priorizar la vida. La circulación del virus es lo que hay que cortar, no nos podemos dar el lujo de saturar el sistema de salud que, como sabemos, el GCBA durante todas sus gestiones ha relegado en inversión y en presupuesto. Me parece importante mencionar que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra en la Argentina, un país federal en el que cada decisión individual afecta a todos los argentinos. Claramente usan la salud para hacer política barata a costa de todos los vecinos y vecinas.
¿Qué significa concretamente este malestar en el ánimo de los ciudadanos de las comunas del sur?
Los vecinos y las vecinas ven a diario el abandono y el olvido de la zona sur de la Ciudad. Nosotros lo venimos diciendo hace mucho tiempo: para Horacio Rodríguez Larreta hay vecinos de primera y vecinos de segunda. En materia de políticas públicas y de bienestar de la sociedad, todos los índices del sur son negativos en comparación con el norte; pero esto no es un Boca-River, sino una decisión política del Jefe de Gobierno. Los vecinos del sur de la Ciudad queremos tener igualdad de condiciones: en el sur vivimos en promedio 9 años menos que en el norte, la mortalidad infantil es casi el triple, la desocupación es el doble y la dependencia del sistema público también se duplica.
A todos estos datos inobjetables hay que sumarles los problemas estructurales, ya que aún no están garantizadas las necesidades básicas, por ejemplo: en el barrio 21-24 no hay cloacas, no hay una infraestructura formal de electricidad y tampoco suministro de agua potable; en Pompeya explotan las cloacas y no hay presión de agua; en La Boca el problema habitacional es tan enorme que estamos a la espera de 200 desalojos para este año; llevamos más de una década con la causa Mendoza y el camino de sirga aun no esta liberado mientras hay 700 familias esperando la relocalización. Y todo esto sucede con más del 50 por ciento de los vecinos de la Comuna 4 por debajo de la línea de pobreza. Esto es lo que ven los vecinos: estamos muy debajo de la media de la Ciudad de Buenos Aires y la única política pública del gobierno porteño en el sur es la ausencia.
¿Por qué subrepticiamente el gobierno de Larreta parece preocuparse por la educación porteña, cuando ha bajado sistemáticamente el presupuesto educativo del distrito y desoído a los docentes durante todos los años de su mandato?
Porque es el discurso que cala en el núcleo de votantes del Jefe de Gobierno: día a día, desde el GCBA y todo el arco político del PRO fomentan una grieta. Nunca la educación fue su prioridad, es más: en lo que respecta a políticas públicas –Educación, Salud, Vivienda, etc.–, la gestión del macrismo ha buscado en todos los casos hacer negocios, con el principal objetivo de excluir y repeler de esta Ciudad a una gran porción de la ciudadanía: todos aquellos que no pueden pagar deben irse a vivir a otra ciudad, porque esta es para unos pocos que pueden acceder al sector privado para satisfacer sus necesidades.
En lo que toca a la educación, en la Comuna 4 sufrimos como en ninguna otra la faltante de vacantes. Solo este año se dieron de baja dos escuelas: una en la calle Lagos y otra en el Barrio Estación Buenos Aires. Así con todo, un sin fin de obras suspendidas que tenían que ver con el mantenimiento de las escuelas y la mejora edilicia para que los pibes y pibas puedan tener un establecimiento como corresponde. Con esta movida de su súbito interés por la educación, el gobierno de la Ciudad quiere esconder su pésima gestión en el área.
¿Existen por parte de la gestión comunal acciones coordinadas con actores sociales para poder mitigar en la ciudad el tipo de atropello que vivimos particularmente esta semana? ¿Cómo se articulan las comunas con la Legislatura porteña respecto al cuidado de la población y la defensa de la educación y la salud pública de los porteños del sur de la ciudad?
La Comuna 4 tiene una política de puertas abiertas e interactúa y articula con todas las organizaciones e instituciones. Sin duda, tenemos en nuestro caso una fluida relación con todo el bloque del Frente de Todos en la Legislatura y también con todos los organismos nacionales, sin los cuales no podríamos abordar muchísimas de las problemáticas que la ciudad ha relegado.
Por lo demás, nuestra comuna ha acompañado todas las decisiones del Presidente de la Nación en temas de cuidados y de medidas para mitigar esta pandemia. Y así lo seguiremos haciendo, porque la Comuna 4 elige la vida. Nuestro trabajo cotidiano está enfocado en que las vecinas y los vecinos sufran lo menos posible esta difícil situación, y en acompañar el esfuerzo enorme que por cierto hacen –un esfuerzo que quiero agradecer infinitamente, porque se han organizado, han sido muy solidarios y fundamentalmente muy tolerantes ante la ausencia de políticas de parte del Gobierno de la Ciudad.