NINJA: Narrativas Independientes, Jornalismo (Periodismo) y Acción. Sigla y carta de presentación de este colectivo comunicacional autogestionado nacido en 2013 y que hoy tiene más de dos millones de seguidores en redes sociales. Surgidos del ambiente cultural, organizadores de movidas artísticas barriales, en 2016 se masificaron al denunciar lo que la prensa hegemónica callaba en Brasil: que lo que se estaba perpetrando contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff no era un impeachment sino un golpe. Esta bandera fue ondeada por los sectores populares, no solo en Brasil sino en todo el mundo. La palabra “golpe” con el logo del oligopolio O Globo se convirtió en un emblema de las manifestaciones en defensa del ciclo de gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) y de la democracia. “Decimos Brasil y ustedes piensan en playas, carnaval y fiesta. Pero nuestro país no es eso: Brasil somos las mujeres negras, los campesinos, somos una diversidad cultural que no se acerca a ese imaginario”, asegura Dríade Aguiar, una de las coordinadoras de Midia Ninja y participante destacada en el II Foro Latinoamericano de la organización villera La Poderosa, realizado a fines de julio en Porto Alegre. Dríade dialogó con Sangrre: “Nuestro objetivo es contar cómo la gente está construyendo su historia en la calle, colectivamente, con un nuevo imaginario brasileño que no es el que construyen los grandes medios”.

Uno de los hitos de Midia Ninja fue instalar la matriz golpista en la destitución de Dilma Rousseff.

Así es. Los grandes medios no hablaban de golpe. Nosotros instalamos que en Brasil hubo un golpe. Lo dijimos y eso se masificó. Sabíamos que estábamos viviendo una gran injusticia, que además negaba lo que estaba pasando en nuestras provincias, nuestras ciudades, nuestros barrios. Nos propusimos mostrar la realidad del pueblo que fue el objetivo del golpe. Estaba claro que fue un golpe mediático, un golpe judicial, un golpe político y lo que buscamos fue explicitarlo en nuestros medios y también en la calle. Hicimos una serie de intervenciones artísticas callejeras. Hoy ,si caminás por las ciudades, la palabra golpe está en todas las paredes. Hicimos una gran movida por toda la comunicación independiente brasileña para instalar la palabra golpe.

¿Cómo se enfrentan a monopolios mediáticos como la red O Globo, la evangelista TV Record o la revista ultraderechista Veja?

Lo que hacemos es luchar juntos: apostamos a colectivizarnos, a la colaboración entre medios. Consideramos que eso es lo que va a cambiar la realidad. Trabajar juntos es hacer asambleas, reuniones, grupos de base para articularnos. Solo así podremos cambiar la historia. Midia Ninja sola no va a cambiar el Brasil; tenemos que trabajar en conjunto con la sociedad. Hoy vemos que O Globo, Veja ya no tienen la misma credibilidad. Gran parte del pueblo comprendió que O Globo hacía coberturas superficiales sobre los problemas de la gente, sobre sus vidas, y empezó a comprender que miente y cuando ven Midia Ninja ven la realidad, ven que estamos ahí, junto a la gente, construyendo una nueva credibilidad.

Hoy observamos una continuidad del golpe parlamentario y mediático con un golpe judicial contra el expresidente Lula Da Silva.

El golpe de 2016 continúa con lo que le están haciendo a Lula. Así como luchamos contra el golpe, para revertir el golpe, la gente comprende que esto podía pasar. Por eso hemos denunciado activamente que Lula es un preso político, que está preso porque ha dado a la población brasileña derechos, le ha permitido ser, vivir la vida libremente y no de manera autoritaria, como lo hace hoy Michel Temer.

Hay un debate en los medios populares sobre el término medios alternativos.

Nosotros decimos que no hacemos periodismo alternativo, nosotros hacemos periodismo sobre el Brasil profundo, contamos las historias de nuestra gente. Somos una red, no trabajamos solos; no estamos solo en las grandes ciudades, estamos en el Brasil profundo. No nos creemos chiquitos, estamos transformando el imaginario social de Brasil.