Con las elecciones provinciales en Neuquén y Río Negro el próximo domingo 16 de abril, comienzan las disputas para definir quiénes serán los gobiernos locales a partir de 2024. En Neuquén, por primera vez en sesenta años el Movimiento Popular Neuquino (MPN) se fracturó cuando, frente a la candidatura del actual vicegobernador Marcos Koopmann por parte del oficialismo provincial, se le presentó como competidor Rolando Figueroa –hoy diputado nacional por el MPN–. Figueroa armó el flamante partido Comunidad, con el apoyo explícito de Mauricio Macri y colectoras que incluyen no solo al PRO, sino al Frente Grande, al Partido Socialista y hasta a sectores del peronismo. La UCR se quedó con el sello de Juntos por el Cambio alrededor de la lista liderada por el debilitado diputado nacional radical Pablo Cervi, que sólo pudo sumar el apoyo de Martín Lousteau. Por su parte, el Frente de Todos vuelve a llevar a Ramón Rioseco, quien va por su tercera elección como candidato a gobernador, con apoyos nacionales varios y la presencia de Darío Martínez, exsecretario de Energía a la cabeza de la lista para diputados provinciales. Los 546.166 neuquinos habilitados a votar este domingo elegirán, además, a los 35 diputados que renovarán completamente la Legislatura provincial, intendentes municipales y concejales en 13 municipios –incluyendo la capital provincial–, 10 integrantes de comisiones municipales, presidentes de 21 comisiones de fomento y consejeros escolares para los 14 distritos.
Sobre las distintas fuerzas y su dialogo con la realidad provincial en este nuevo desafío electoral, conversamos con Diego Constanzo, militante de la agrupación Neuquén de Todos.
En los últimos años, Neuquén es noticia por el aumento en la producción de petróleo con Vaca Muerta como promesa de aún mayor desarrollo. ¿Cómo impacta esto en el debate público, en el marco de la elección en la provincia? En este sentido, ¿cuáles son los principales ejes que durante esta elección estructuran el debate en torno a la vida de los neuquinos con este capital de transformación?
Desde la vuelta del Frente de Todos al gobierno en 2019 –y sobre todo por el Plan Gas– la actividad hidrocarburífera en Vaca Muerta tuvo incrementos de producción que son exponenciales. Eso está generando, por un lado, un impacto muy positivo en lo que tiene que ver con el desarrollo económico, en la ocupación de mano de obra con salarios muy altos en la provincia. Pero, también, en la población que está fuera de actividad hidrocarburífera genera preocupación, porque el desarrollo de la estructura no está acorde al crecimiento previsto. Se empieza a ver cómo la actividad se está quedando con infraestructura y servicios que también demanda el resto de la población. Entonces, la vivienda y el acceso a la vivienda –un bien escaso– está teniendo elevados aumentos sobre los costos del alquiler, porque las empresas petroleras demandan para sus propios trabajadores todo inmueble que esté disponible en el mercado, produciendo un alza de precios muy considerable. Para el resto de la población que no tiene sueldos petroleros esto es muy difícil de afrontar.
Esto está siendo parte del debate en la campaña, porque se está generando preocupación en este sentido. Por otro lado, también hay una inversión, sobre todo del gobierno nacional, en infraestructura para gasoductos, oleoductos para poder evacuar todo ese incremento de la producción que hay en Vaca Muerta. En eso también se está haciendo eje desde el Frente de Todos en la campaña.
Por primera vez en décadas, el MPN se partió gracias a un acuerdo entre el macrismo y el diputado nacional y ahora candidato a gobernador Ricardo Figueroa, con colectoras que incluyen no solo al PRO sino al Frente Grande, al Partido Socialista y hasta a secciones del peronismo. ¿Cómo se puede analizar esta fractura? ¿Solo se trata de la discusión política dentro del MPN por a quién habían decidido “bendecir” para continuar en el gobierno provincial? ¿O se puede ver un agotamiento en las líneas internas del MPN, en el caso de Figueroa más ligada a la de Jorge Sobisch e ideológicamente más cercana al macrismo, y en el caso de Marcos Koopmann una línea de la histórica familia Sapag, que mantiene una cercanía con el peronismo?
Si bien los medios nacionales lo exponen como una fractura, nosotros desde la militancia del peronismo no lo vemos como tal, sino como una disputa interna por otras vías. El diputado Figueroa –que es la fracción disidente del MPN– sigue siendo diputado nacional representando el Movimiento Popular Neuquino por el cual accedió ganando las elecciones hace menos de dos años. Es decir, lo que hay es un sector del MPN que están dando una disputa a otro sector desde afuera. Nosotros creemos que eso dura hasta el 16 de abril. Seguramente, de acuerdo al resultado, acomodarán las piezas internamente, y el 17 o 18 de abril ya los encontrará otra vez unidos y encolumnados. No prevemos una situación de fractura real.
Por otro lado, sí es verdad que hay sectores de los partidos nacionales participando, a lo mejor ilusionados con que se pueda producir un cambio en el partido de gobierno después de más de sesenta años de hegemonía del MPN. Pero algunos somos escépticos de tal cosa.
Entonces, en ese sentido, ¿cuál será el impacto electoral para el MPN? ¿El hecho de que JxC mantenga una lista liderada por el diputado nacional Pablo Cervi (UCR) le quita más chances a Figueroa que lo que puede debilitar al MPN?
Rolando Figueroa intentó que ambas fuerzas nacionales se encolumnaran detrás de su candidatura, también de manera directa, y así ofrecerse como única oposición para asegurarse el triunfo. Pero mostró poco poder de negociación. Los sectores más gruesos tanto del peronismo como de la UCR y de parte del PRO quedaron afuera del acuerdo porque Figueroa no mostró mucha inclinación a mostrar espacios y a cederlos a otros actores de la política. Lo que ofrecía era un encolumnamiento detrás suyo y sujeto a su propia figura nada más. No logró erigirse como única oposición. Obviamente, esto le resta chances reales de poder doblegar al MPN el próximo domingo.
EL FdT vuelve a llevar a Ramón Rioseco como candidato a gobernador. ¿Tendrá algún impacto en su performance electoral la fractura del MPN? ¿Cuáles son los ejes principales que lleva el FdT frente a la realidad provincial?
El FdT vuelve a presentar la candidatura de Ramón Rioseco por tercera vez consecutiva. Un intendente con mucha territorialidad en su propio municipio. Rioseco y el FdT lleva como eje de campaña el acceso a mayores recursos para la provincia ya no solo por el incremento de producción en recursos energéticos, sino directamente proponiendo un incremento en las regalías que recibe la provincia. Además de esto, por otro lado, el eje está puesto en la vivienda que, como decía, es una demanda popular: sobre todo donde se asienta la mayor parte de la población, que es en el área de la Confluencia de Neuquén; pero también es la mayor demanda en el resto de la provincia. Y otro de los ejes que lleva su campaña es la industrialización y la producción en origen de servicios y productos que sean demandantes de gran cantidad de energía.
Además del gobierno provincial, los neuquinos eligen diputados para renovar la Legislatura, intendente municipal y concejales en 13 municipios de segunda categoría y en cinco de primera categoría, 10 integrantes de comisiones municipales, presidentes de 21 comisiones de fomento y consejeros escolares para los 14 distritos. ¿Cuál es el impacto de estas elecciones en las elecciones provinciales, teniendo en cuenta la dinámica de las colectoras que pueden disputar espacios locales y, a la vez, fortalecer a las principales fuerzas de la provincia?
Por primera vez desde que tengo memoria, el principal asentamiento poblacional de la provincia, la capital, la ciudad de Neuquén, va a coincidir en elecciones con la provincia. Esto tiene que ver con que, a diferencia de las ocasiones anteriores, hay un intendente que coincide con el signo político del gobierno provincial. Obviamente, se prevé que haya un arrastre importante de la ciudad de Neuquén en las elecciones provinciales, y se ha utilizado mucho la sinergia que produce la imagen del intendente. Considerando que es el distrito con un peso aproximado del 50 por ciento del padrón de la provincia, ese es el impacto real que tiene esto de hacer coincidir las dos elecciones, municipal y provincial. Algo que no ha ocurrido al menos hace treinta años. El impacto en el resto de los municipios no es tan importante.
En la próxima elección nacional se esperan, por un lado, un porcentaje importante de ausentismo y, por otro lado, un incremento de la propuesta de ultraderecha de Milei. ¿Qué pasa con estos dos fenómenos en el caso de la provincia?
Históricamente, la participación popular en los actos electorales tanto en la capital de Neuquén como en el resto de la provincia es muy alta. Normalmente, por encima del promedio nacional. De acá a agosto, cuando sean las PASO nacionales, queda un trecho muy largo, por lo cual es difícil prever qué sucederá en esa oportunidad. Es probable que haya un nivel de ausentismo alto: lo hubo en la elección del 2021, el ausentismo estuvo más allá de lo que normalmente marcaba la estadística.
Respecto a la aparición de la nueva fuerza de ultraderecha, también es algo que está por verse, porque si bien puede ser un fenómeno nuevo, su alianza en nuestra provincia tiene que ver con la derecha más tradicional y conservadora. Que tiene toda una vida de presencia acá. Hay que ver cómo esa combinación de factores tradicionales y conservadores con la ultraderecha como fenómeno de novedad impacta electoralmente. Yo creo que van a tener alguna performance significativa en cuanto a los resultados, aunque no creo que sea determinante. Veremos qué pasa el domingo, donde sería la primera vez que Milei o la fuerza de Milei tiene candidatos en la provincia. Seguramente tendremos el lunes algo más concreto para analizar. Pero, en principio, yo creo que no tiene la relevancia que puede mostrar en la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo.