Las PASO de agosto en la provincia de Buenos Aires dejaron al candidato del Frente de Todos, Axel Kicillof, con más de un millón y medio de votos por encima de la actual mandataria provincial, María Eugenia Vidal. Dos pilares sirvieron para construir este apabullante triunfo. El primero, tres años de recorrer la provincia distrito por distrito, ciudad por ciudad, pueblo por pueblo, en su ya famoso Renault Clio a la “uruguaya”, como lo bautizaron con sus colaboradores y compañeros de viaje: rutera, matera y austera. El segundo, la malla de sostén de los intendentes de la provincia, cuyas gestiones funcionaron tanto para aliviar y contener el golpe de la crisis económica y social durante el gobierno macrista como para construir territorialmente el triunfo de Axel. Actualmente, el peronismo gobierna en 62 municipios, teniendo en cuenta los intendentes del PJ provincial y los del Frente Renovador. En las elecciones primarias, el Frente de Todos logró ganar en 88 distritos. Si repite el resultado, o lo mejora, se quedará con cerca del 70% de los municipios bonaerenses.
Marcos Paz fue uno de los distritos que aportó claramente a ese objetivo. El actual intendente, Ricardo Curutchet, se transformó en el cuarto jefe comunal más votado a nivel provincial. En una muy buena elección, obtuvo el 63,62% de los votos, mientras que Juntos por el Cambio (donde Anabel Arboledas le ganó la interna a Javier Prida) quedó muy lejos del Frente de Todos, con solo el 20% del total de votos. Curutchet llegó a la intendencia en 2003 con una alianza de partidos denominada Concertación por Marcos Paz. Desde entonces, gobierna el municipio en coalición con distintas fuerzas y con un consistente programa de gestión que lo vuelve a colocar frente a la posibilidad de conducir el distrito.
Sobre la situación actual de Marcos Paz y las nuevas posibilidades que presenta el posible cambio de gestión en la provincia y la nación para el desarrollo del municipio, conversamos con Joaquín Garitonandía, actual presidente del Consejo Escolar y candidato a primer concejal por el Frente de Todos.
¿Cuál es la situación actual de Marcos Paz, después de cuatro años de crisis económica y social? ¿Cómo impacta en específico en el municipio la actual política económica?
Por un lado, se notó mucho la baja en el consumo, que se ve mucho en los comercios, muchos negocios que cierran. Por otro lado, existe la necesidad social más inmediata del alimento. Cuando arrancamos en la gestión en 2003 había alrededor de cincuenta merenderos, comedores, asistencias directas a la gente. En el 2015 quedaban cinco, y más que nada eran testimoniales, de alguna institución o iglesia. Hoy en día volvemos a tener sesenta, a los cuales, por supuesto, el municipio asiste con mercadería y recursos: desde enero de este año hasta hoy, tuvo que cuadruplicar la cantidad de alimento que compra para asistencia a familias directas o a estos comedores y merenderos.
Otra cuestión de igual gravedad ocurre con los medicamentos, la asistencia en marcapasos, los recursos de salud. El municipio tuvo que hacerse cargo de todo eso, por el retroceso y el abandono de las políticas de salud tanto de la provincia y como de la nación.
Hablás de políticas provinciales o, en realidad, de retroceso de políticas provinciales. ¿En qué se nota esta falta de política que golpea al municipio y a los vecinos de Marcos Paz, en términos de planes, de obras, de infraestructura? ¿Cuáles de esas cosas también debieron recaer en el Estado municipal?
Les nombro algunos ejemplos concretos. Uno es la doble mano de la Ruta 40, una obra que ya estaba comprometida, que se había firmado. En una de las últimas visitas de la gobernadora, ella le dijo expresamente al intendente que la ruta había quedado entre las obras que se caían a partir de la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Otro ejemplo: había una firma con el Ministro de Educación para hacer tres jardines y una escuela secundaria. El acuerdo se firmó para que este año se pudiera empezar el ciclo lectivo en la escuela del barrio Rayito de Sol. No es que no se hizo: ni siquiera se llamó a licitación para empezar la obra. Pasó a estar entre la lista de los tres mil jardines que iban a construirse y que, en realidad, en todo el país, terminaron siendo veinte. En lo que comentaba sobre la asistencia en salud, medicamentos, vacunación, todos esos programas se fueron cayendo y también pasaron a engrosar las responsabilidades del municipio, que tuvo que hacerse cargo de ellos –sin contar con los mismos recursos, por supuesto.
Pensando en una nueva gestión partir de diciembre tanto a nivel provincial como nacional, considerando, además, que un aspecto que siempre menciona Alberto Fernández es volver a motorizar la estructura productiva, ¿qué políticas se pueden articular desde la realidad productiva de Marcos Paz?
Un proyecto de desarrollo concreto para Marcos Paz es el Parque Industrial. Cuando todavía era Scioli el gobernador de la provincia, se firmó un convenio para la realización de manera mixta de este Parque. Es decir, parte del aporte era de la provincia, parte del municipio y parte de industriales privados de nuestra localidad. Se trata de pequeños industriales: una fábrica de tostadas, una fábrica de herrajes, productores de alimentos –lácteos, productores de jamón–, que están interesados en que se concrete este parque en pos de su crecimiento.
El municipio participa de un quince por ciento del paquete accionario. En el acuerdo, se comprometió a hacer la apertura de las calles de los caminos internos al Parque, y también a facilitar los trámites frente a la gestión provincial, que es la que tenía a cargo todas las habilitaciones. Ahora, de los casi cuatro años que lleva Vidal en el gobierno, estuvo dos sin Ministro de Producción –que era quien tenía que facilitar todas estas cosas–, con lo cual el proceso se demoró muchísimo. Recién este año empezó a agilizarse. Por esto, nosotros de la gestión provincial necesitaríamos esto: que se concrete ese Parque Industrial.
Por otro lado, precisamos que se avance también con las obras que hoy están paradas: los jardines, las escuelas. Necesitamos ese sostén porque, si bien es mucho el trabajo que se dio el municipio –sobre todo estos cuatro años, que sirvieron, por ejemplo, para evitar el cierre de muchas fábricas–, es imprescindible el aporte de las gestiones nacionales y provinciales.
¿En qué sentido aportó el municipio frente al cierre de industrias?
Les doy algunos ejemplos. Hay un peladero de pollo que el dueño había decidido cerrar e irse a Entre Ríos, dejando mucha gente sin laburo. Intervino el municipio y colaboró para formar una cooperativa con los empleados. Les pagaron la indemnización, entregándoles el lugar y las maquinarias, y el municipio colaboró para ayudarlos en esa organización, en los primeros tiempos, sobre todo. Al tiempo, de ese peladero algunos de sus socios empezaron a abrir otro. Hoy ya hay tres que surgieron de ese proceso.
Después está el caso de otra empresa avícola, Jorju, que criaba pollos parrilleros y también tenía criadero de gallinas ponedoras: también llegó un momento en que iba a cerrar y, gracias a la intervención del Municipio, se formó una cooperativa que hoy en día sigue funcionando.
En este sentido, se trabajó para evitar cierras de empresas, sostener, colaborar en lo que sea, sobre todo para mantener las fuentes de trabajo.
En la relación cotidiana con los vecinos y en el trabajo que hicieron hacia las elecciones, antes de las PASO tuvieron la visita de Axel Kicillof. ¿Cómo ves la figura de Axel y la de Alberto como candidato a presidente?
Durante las campañas hacemos muchas reuniones con los vecinos, en los distintos barrios, y se nota el apoyo a Alberto, a Axel, al Frente de Todos.
En su visita a Marcos Paz, Axel estuvo en dos actos. Uno con Jubilados y otro en la Sociedad Española, abierto a todo el mundo. La cantidad de gente que vino fue impresionante. Se nota un magnetismo especial que tiene Axel con la gente. El año pasado ya había estado también acá, y lo que se notaba era que congregaba gente que habitualmente no va a un acto político. Porque hay gente que es más de mostrar, de sostener con fuerza en público que te apoya, y hay otra gente que te vota y apoya pero no va a un acto a poner el cuerpo. Y en los actos de Axel se veía gente que normalmente no aparece, pero con él estaba.
Más allá de que el peronismo gana habitualmente en Marcos Paz, este año la victoria es contundente, seguro por nuestro trabajo, pero también por Axel, por Alberto y por Cristina.