El próximo fin de semana, junto a la elección nacional, habrá votaciones en otros cuatro distritos: Ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Catamarca y Santa Cruz. En el sur, la definición se polariza entre la gobernadora Alicia Kirchner, que busca su relección dentro del Frente de Todos, y el radical Eduardo Costa, referenciado con Cambiemos y que integra el lema opositor Nueva Santa Cruz. Bajo este sistema de ley de lemas, el ganador de cada uno sumará los votos de los otros candidatos del mismo lema. En el caso del Frente de Todos, a los votos de Alicia se sumarán los del intendente de El Calafate, Javier Belloni, y los del dirigente petrolero Claudio Vidal. Mientras que Nueva Santa Cruz sumará a los votos de Costa los de otros seis postulantes.
El gobierno nacional apuntaló en las últimas semanas la candidatura de Costa mediante la visita a Río Gallegos del candidato a vicepresidente Miguel Pichetto y del ministro del Interior Rogelio Frigerio. El interés del oficialismo en este caso es no tanto por el peso del padrón electoral del distrito –están habilitados un poco menos de 250 mil votantes– sino por la fuerza simbólica de derrotar al kirchnerismo en tierra propia. A pesar de no haber conseguido –por disposición de la Justicia– pegar su boleta al tramo presidencial, la gobernadora Alicia Kirchner buscará hacer jugar a su favor la simultaneidad con la PASO nacionales. Y es que Cristina Fernández –precandidata a vicepresidenta por el mismo Frente de Todos– conserva en su pago histórico un importante caudal electoral.
Sobre la situación actual de Santa Cruz y las oportunidades de desarrollo bajo una nueva etapa política nacional, conversamos con Nicolás Michudis, candidato a Diputado por Municipio en representación de Puerto San Julián, una hermosa ciudad costera al este de la provincia.
¿Cuáles son los problemas centrales que atraviesa hoy Santa Cruz? ¿Cómo impactó la crisis económica y social desencadenada por las políticas del gobierno nacional?
Uno de los principales problemas que tenemos hoy es la falta de empleo. Argentina tiene una tasa de desocupación de dos dígitos y niveles de pobreza como hace tiempo no teníamos, casi como en 2001. Santa Cruz no está fuera de esa situación y todos esos problemas macroeconómicos nos generan un alto impacto.
En Puerto San Julián tenemos como principal actividad económica la minería, que, por ahora, sigue con buenos niveles de actividad. Por lo tanto, la principal fuente de trabajo está medianamente bien. El tema es el resto de la población. Para lograr un San Julián más desarrollado, es nuestro desafío poder encontrar alternativas para crecer con otras actividades que tenemos para desarrollar y que hoy no están siendo del todo explotadas, como el turismo, la pesca o la ganadería.
Frente a este panorama crítico de los últimos años, ¿qué estrategias se dio la gestión provincial para que el impacto fuera menor?
Lo que hizo la gestión de Alicia Kirchner fue, primero, ordenar. Teníamos varios problemas financieros. La provincia había quedado con un alto nivel de gasto público y con ingresos muy bajos. A esto se le sumó la caída del consumo a nivel nacional, que impactaba fuertemente en la ley de coparticipación, por lo cual, en las arcas provinciales ingresaban menos fondos, y, a su vez, llegaban menos recursos a los pueblos que se nutren de la ley de coparticipación provincial. Los primeros años fueron muy difíciles. Por ser de otro color político al del gobierno nacional, hubo también muchas más dificultades para abonar los salarios en tiempo y forma, para recibir los recursos que correspondían por ley. Todo eso sumado a que la estructura estatal había quedado con mucha carga pública y alcanzaban los ingresos de manera muy justa para cubrir los gastos, quedando pocos recursos para la inversión, para los gastos de capital.
Para ordenar, entonces, en primer lugar, casi no se tomó deuda, y la que se tomó fue en pesos, no en dólares, por lo cual, a diferencia quizá de otras provincias, no se comprometieron generaciones futuras. En segundo lugar, se abrió un fideicomiso, que se llama Unirse, que se nutre de fondos de las mineras. Con ese fideicomiso se pudo atacar parte de la inversión real directa, como las obras y otros problemas en Salud y en Desarrollo social que necesitaban de fondos extras para poder salir de la crisis.
¿Cuáles serían las líneas de trabajo, los proyectos que vos imaginás o querés impulsar para el desarrollo de la provincia?
Para salir de la crisis necesitamos tener una provincia más productiva y, en particular, también un San Julián con más desarrollo. Nosotros veníamos de la experiencia de la ganadería. Éramos un pueblo netamente ganadero en los orígenes, pero nos supimos reconvertir. La lana empezó a tener un precio muy bajo a nivel internacional en la década de 1990, cuando estábamos en el 1 a 1, y San Julián estaba casi al borde del colapso. Hubo una nevada muy fuerte y el Volcán Hudson estalló por la altura de la ciudad Perito Moreno, al norte de la provincia, y la ceniza terminó casi por destruir la actividad ganadera. En ese punto estábamos muy mal como pueblo, como localidad y apareció la minería. Empezamos a resurgir nuevamente, empezó a crecer el trabajo, a instalarse más empresas, había puestos de trabajo directos e indirectos. Empezó a crecer la economía local y a potenciarse. Se triplicó la población. Hubo un acompañamiento del gobierno nacional a partir del 2003 que transformó a San Julián en una localidad con otras oportunidades y mayor desarrollo.
Hoy tenemos que estar pensando en nuevas alternativas de trabajo. Necesitamos mejorar la actividad y que la minería no sea la única opción. Si nosotros a la minería le podemos agregar otras industrias seguramente vamos a estar mucho mejor. Uno de los ejes centrales de las propuestas prioritarias, entonces, es la cuestión energética. Yo soy gerente de Servicios Públicos Sociedad del Estado, que es la empresa que genera energía, capta agua y la distribuye y recolecta las cloacas. Nosotros producimos la energía con motores de generación termoeléctrica, no estamos en el interconectado. Nuestra energía nos alcanza muy justo para nuestra población. Para pensar un San Julián más desarrollado es central contar con la energía del interconectado que permita que cualquier industria que quiera venir tenga la energía suficiente para realizar su actividad económica.
En materia de turismo somos una localidad con amplias posibilidades de explotación. Tenemos una bahía con muchos recursos naturales. Tenemos un Parque Nacional Marino, Makenke, que se declaró hace poco y aún no está trabajando al cien por cien. En cuanto a recursos naturales, hay toninas overas, hay delfines –en pocos lugares del país podés dar un paseo en lancha y que te sigan los delfines como acá–, hay lobos marinos que todavía no los explotamos como atracción porque no hacemos buceo con lobos como en otras ciudades más al norte. Tenemos un circuito costero muy lindo. Están las ruinas de Floridablanca. Contamos con una historia muy rica, porque en San Julián se rezó la primera misa en territorio argentino en el año 1526 cuando Fernando de Magallanes ingresó a nuestra bahía. Hoy tenemos una réplica en tamaño real de la nave Victoria, que fue el barco en el que viajó Magallanes. El turismo es por todo esto un desafío que tenemos que apuntalar. En la provincia, Calafate y el Chaltén reciben una gran cantidad de turismo, sobre todo extranjero, durante las temporadas, y nosotros tenemos que ver de qué forma podemos también captarlo. Va a ser central para esto contar con el aeropuerto, que fue una obra que inició esta gestión municipal pero aún no tuvo resultado, no hubo vuelos directos a San Julián. Ese debería ser uno de los ejes a gestionar. Igual que los cruceros, que dejaron de entrar. Por otra parte, la pesca artesanal tiene que cumplir un rol fundamental, porque tenemos centolla en la bahía, que es un plato exquisito en el mundo.
Tenemos que seguir apuntando al deporte, no solo como medio para mejorar la calidad de vida sino como elemento de contención social. Para esto, hay que fomentar a los clubes y a las asociaciones civiles.
En cuanto a la administración pública, necesitamos hacer una reforma administrativa. Hay una ley de contabilidad en la provincia que data del año 1978. Debemos migrar a algo similar a lo que es el sistema a nivel nacional en cuanto a sistemas de administración financiera con presupuesto, crédito público, tesorería, contaduría. Y empezar a descentralizar la gestión. Es decir, una centralización de las normas, pero una descentralización operativa. Que el Estado llegue más al interior de las provincias, a los pueblos. Deberíamos armar proyectos de inversiones prioritarias como alguna vez hicimos en Nación, mediante las leyes de presupuesto.
Considerando estas líneas de trabajo que planteás, y por tu experiencia también en la gestión nacional, ¿qué significaría poder contar, quizás, con un gobierno nacional de signo peronista para Santa Cruz? Y en este sentido, ¿cuáles son las perspectivas para las listas del Frente de Todos para las elecciones provinciales y nacionales?
Creo que vamos a tener la oportunidad casi histórica de contar un gobierno nacional encabezado por la fórmula Fernández-Fernández, un gobierno provincial con Alicia y Quiroga con el mismo signo político y, por el mismo Frente, una gestión municipal en San Julián encabezada por Javier Castro, hoy Secretario General de AOMA –el sindicato que hoy nuclea a las mineras–. Creo que eso nos va a permitir consolidar estas líneas de trabajo que recién mencionaba. Porque, cuando la gestión se elige en su conjunto, se facilita la posibilidad de concretar muchas más cosas para todos los ciudadanos.
En el momento en que Cristina estaba en el gobierno nacional no había una buena relación con el gobierno provincial, y eso repercutía en los ciudadanos. Lo mismo ocurría en la relación entre la gobernación y las municipalidades. De esta forma, creemos que podemos encontrar una armonía entre el municipio, la provincia y la nación que nos permita generar un desarrollo sustentable a largo plazo.
Con estos objetivos en vista, tenemos muy buenas perspectivas para este Frente de Todos, tanto en las elecciones municipales como en las provinciales y nacionales. Estamos confiados y creemos que es necesario dar una vuelta de tuerca a la política económica nacional. Mirar de nuevo desde otra perspectiva, hacer un país más inclusivo, con más equidad, más justicia social y con más oportunidades para todos.