Nacida en Mataderos, con una destacada trayectoria de militancia territorial y política en Ciudad de Buenos Aires, Presidenta de la Asociación Mutual Homero Manzi, Lorena Pokoik es legisladora de la Ciudad por Unidad Ciudadana y vicepresidenta del Partido Justicialista porteño. Conversamos con ella acerca de la situación actual de la educación en la Ciudad de Buenos Aires, los principales problemas y urgencias existentes en las escuelas, el papel de la gestión de Rodríguez Larreta y del macrismo en relación al deterioro de la realidad educativa porteña, y los ejes a trabajar para que la educación sea en Ciudad de Buenos Aires un derecho social garantizado.
Sabemos que, en diez años, de 2007 al 2017, la participación de Educación en el presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires bajó de 28 a 18 por ciento. ¿Qué argumentó el gobierno porteño sobre tal medida? ¿Cuáles fueron las causas de dicho recorte y las consecuencias concretas?
El argumento del gobierno es que ellos aumentaron el presupuesto educativo de forma nominal; el tema es que, también nominalmente, el presupuesto general de CABA aumentó porcentualmente mucho más, por lo que la caída en Educación, que es tal como ustedes mencionan, queda encubierta. Las consecuencias de esta desinversión se vieron reflejadas en la reducción de más de 112 millones de raciones alimentarias en las escuelas, en el estado de la infraestructura escolar y la falta de mantenimiento diario de las escuelas, en la alarmante falta de vacantes, en la falta de docentes en los niveles de primaria y secundaria y en la pérdida adquisitiva de los salarios docentes.
El gobierno de Rodríguez Larreta afirma que ha inaugurado 54 nuevas escuelas. En caso de ser verdad, sumando esos establecimientos a los existentes, ¿cumplen con el objetivo de ofrecer vacantes a la población en los tres niveles? ¿Cuál es en este momento el nivel educativo que menos accesibilidad ofrece?
Primero y principal, esa afirmación no es verdad. Este año hicimos un relevamiento sobre las obras anunciadas por el Jefe de Gobierno y por su ministra y nos encontramos en por lo menos doce casos con terrenos baldíos u obras que recién comenzaban.
Hay que aclarar también que no se tratan de nuevas escuelas, sino que en su mayoría reemplazan a otros edificios, por lo que prácticamente no hay creación de nuevas vacantes. Por otra parte, la calidad de la construcción es pésima, ya que edificios recién inaugurados tienen serios problemas estructurales, filtraciones de aguas, desbordes cloacales, rajaduras, además de funcionar en varios casos con luz de obra y sin servicio de gas. Finalmente, en relación a la accesibilidad, muy pocos edificios de la ciudad poseen rampas y ascensores en funcionamiento.
Con respecto a la falta de vacantes, el nivel inicial es sin duda el más perjudicado.
Recientemente, ante el problema que causa el sistema de becas para comedores en las escuelas públicas, desde el bloque de Unidad Ciudadana en la Legislatura porteña ustedes presentaron un proyecto para garantizar todas las comidas de los alumnos en las escuelas. ¿Qué posibilidades existen de que finalmente pueda quitarse ese trámite burocrático que solo nos aleja de los objetivos políticos de excelencia que debe ofrecer la escuela pública?
La posibilidad existe en la medida que el Jefe de Gobierno escuche el reclamo de toda la comunidad educativa. Para darte un ejemplo, con la crisis alimentaria que estamos sufriendo, con el aumento de la pobreza y la indigencia en la CABA, este año el 40 por ciento de las familias que asisten a la escuela pública no pudieron acceder a la beca de comedor, ya que el trámite que implementó el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta resultó ser expulsivo y un ajuste encubierto, tal como lo denunciamos en su momento.
¿Cómo evalúas las medidas y los alcances en materia de Educación Media que el macrismo fue tomando durante los últimos años (implementación de la Secundaria del Futuro, avance del proyecto de la UNICABA)?
Es muy difícil evaluar las medidas y alcances con respecto a la educación secundaria, ya que el gobierno no esperó a la primera cohorte de la reforma de la NES (Nueva Escuela Secundaria) que se había implementado en el año 2014.
Con respecto a la Secundaria del Futuro, recién se está implementando, sin la capacidad de infraestructura y el material didáctico que tanto prometieron. Sí puedo decir que esta reforma está orientada a un egresado cuyo perfil sea la aptitud para vivir en la incertidumbre, en la flexibilización laboral, en el individualismo y en la meritocracia.
Con respecto a la UNICABA, aún no han comenzado ni con la primera etapa de implementación.
¿Existe en la plataforma del Frente de Todos una propuesta integral y paulatina que le proponga en mediano plazo un nuevo sistema educativo a la población porteña? ¿Cuáles serían sus ejes principales?
Más que hablar de un nuevo sistema educativo, lo que necesitamos es fortalecerlo. Este fortalecimiento tiene como punto de partida el garantizar el derecho social a la Educación, cosa que este gobierno ha venido degradando desde el 2007 a la fecha.
Nosotros como espacio político venimos presentando desde el año 2012 un proyecto de Ley de Financiamiento Educativo que tiene la finalidad de fijar una pauta presupuestaria que incremente la inversión en Educación a diez años, hasta llegar al 30% del devengado del Presupuesto General de la Ciudad. Esto permitiría, entre las principales cuestiones: incluir al cien por ciento de la población en el Nivel Inicial desde los tres años; garantizar el traspaso a Educación de los Centros de Primera Infancia (CPI) que actualmente dependen del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano; ampliar jornadas completas; ampliar vacantes según las necesidades; implementar la enseñanza de educación sexual integral en todos los niveles; reparar, refaccionar y mantener la infraestructura escolar; apoyar y fomentar la participación de las asociaciones cooperadoras en la vida comunitaria; y universalizar la asistencia alimentaria en todos los niveles.