La gobernadora Rosana Bertone fue una de las primeras en saludar y felicitar a Alberto Fernández por su candidatura y el proceso de unidad que encabeza desde el peronismo de cara a las próximas elecciones presidenciales. Lo entiende como una extensión de lo que lograron alcanzar en la provincia con el frente electoral Unidad Fueguina, que busca la reelección de la gobernadora y del intendente de Ushuaia, Walter Vuoto. Este armado confronta, sin embargo, con un sector del Frente para la Victoria que no acordó la unidad y acompaña la candidatura del intendente de Río Grande, Gustavo Melella, bajo el sello de FORJA. Además de la gobernación y de la ciudad de Ushuaia, se elegirán intendentes en Tolhuin y en Río Grande –donde se postula el joven diputado nacional Martín Pérez por Unidad Fueguina–, concejales en las tres ciudades y quince legisladores provinciales.
Ser Fueguino, la versión local de Cambiemos, presentó a último momento al dirigente radical Juan “Pipo” Rodríguez, luego de que declinaran sus candidaturas Héctor “Tito” Stefani, diputado nacional del PRO y Federico Sciurano, ex intendente radical de Ushuaia. Todo indicaba que llevaría lista corta con candidatos a intendentes y legisladores provinciales en lo que se entendía como una estrategia para evitar una nueva derrota. Por un lado, porque la elección se prevé polarizada entre Bertone y Melella. Por otro, porque la imagen del presidente Mauricio Macri en la provincia es muy mala y arrastra con él a la marca Cambiemos.
Sobre la realidad de la provincia y las posibilidades del frente de unidad del peronismo, hablamos con el periodista Julio Alday, del portal JCA Noticias (facebook.com/jcanoticias) y NQP Radio Cadena Patagónica.
La gobernadora va en busca de la gobernación bajo el sello de Unidad Fueguina, una alianza que integran el peronismo federal y el kirchnerismo, dos sectores que fueron separados en la última elección. ¿Cómo se dio el proceso de unidad que permitió alcanzar este acuerdo?
En este caso fue clave la derrota del año 2017, fundamentalmente en Ushuaia, donde ganó claramente el candidato de Cambiemos “Tito” Stefani. A partir de esto, operadores como Omar Becerra y Juan Carlos Pino, entre otros, trabajaron para alcanzar este acercamiento que se fue dando de a poco. Definitivamente durante todo 2018 lograron plasmarlo en forma conjunta, realizando muchas actividades en donde participaron tanto Walter Vuoto como Rosana Bertone.
Por supuesto, fue clave el mensaje de Cristina Kirchner de ir armando en todo el país, convocando a todo el peronismo; y, lógicamente, la frutilla del postre fue la llegada de Alberto Fernández a la provincia a fines de abril, teniendo en cuenta el hecho de que diez días después Cristina lo anuncia como el que encabeza la fórmula presidencial del sector.
Estos primeros cuatro años al frente de la gobernación coincidieron con el momento de crisis económica y social producto de las políticas del Estado nacional, suponemos que haciendo complicada la gestión en la provincia. ¿Cómo impactó la situación nacional en la provincia? ¿El gobierno provincial tuvo respuestas frente a esto?
El mayor impactó se dio en el norte de la provincia, en Río Grande, donde se perdieron miles de puestos de trabajo, fundamentalmente en las fábricas, un golpe duro a la industria fueguina que también afecta a la ciudad de Ushuaia. Desde la provincia, varias veces el gobierno de Bertone se plantó a nivel nacional para discutir estas cuestiones, incluso en más de una oportunidad en despachos de funcionarios nacionales, senadores y diputados del peronismo y de otras fuerzas, donde también participó activamente el Intendente Vuoto. Desde la provincia y el municipio, a través de algunas medidas de contención social, se intenta paliar la delicada situación.
Ushuaia se diferencia de la realidad de la provincia por el impresionante crecimiento que tuvo el turismo en estos últimos tres años y medios, lo que le da una dinámica económica particular.
En sentido contrario, pensando que la nación puede tener un gobierno de signo peronista a partir de diciembre, ¿cuáles serían las políticas nacionales que servirían en la provincia, en relación con los problemas más importantes que hoy existen a nivel local?
Sin dudas, desde el regreso a la democracia el principal reclamo de Tierra del Fuego es la prórroga de la Ley 19.640 sobre el régimen de promoción industrial. Las rigurosas condiciones climáticas, así como la ubicación geográfica, constituyeron los motivos que sustentaron la creación de esta ley en el año 1972. Allí se establecía un régimen especial aduanero y fiscal, con el fin de promover el desarrollo económico de la región.
La política de Tierra del Fuego en general no estuvo activa en este sentido durante los años. Y durante las presidencias de Néstor y Cristina se perdió una posibilidad histórica. Hace poco tiempo, esto fue conversado en reiteradas ocasiones entre la gobernadora Bertone y Alberto Fernández, por lo que esperamos que se pueda trabajar sobre las posibilidades de continuidad de este régimen de promoción industrial para el desarrollo económico provincial.
Alberto Fernández habló recientemente de los candidatos a intendentes de Ushuaia y Río Grande en términos de una nueva generación política. ¿Qué aportes creés que pueden hacer en este sentido?
Sin duda, son jóvenes y claves en el futuro de la política fueguina. Este domingo se espera un triunfo histórico de Walter Vuoto en Ushuaia, ya que seguramente será reelecto con un masivo respaldo de los votos de los vecinos que, en general, están conformes de cómo mejoró Ushuaia en estos últimos años. Hubo una importante mejora del transporte público de pasajeros, muchísimas calles pavimentadas, playones deportivos para los jóvenes, trabajo con las asociaciones y, además, una firmeza contra las políticas nacionales.
En Río Grande el actual diputado nacional Martín Pérez se juega una parada más difícil por la intendencia frente a Analía Cubino, la candidata oficialista que propone en Gustavo Melella. Pero, en este caso, el acuerdo de Martín Pérez con la gobernadora Bertone es clave para mantener las chances de poder ganar el domingo. El peronismo gobernó entre 1983 y 1991 el municipio de Río Grande; de ahí en más fue el turno de la UCR, por varios períodos, incluido el de 2011-2015 de la mano de Gustavo Melella, quien vuelve a ganar ese año bajo el acuerdo FORJA-FPV.