Envenenados de odio votaron a Bolsonaro. Envenenados de odio votaron a Macri. Envenenados de odio votaron a Trump. Envenenados de odio celebran la mano dura, la represión, la persecución política, el exterminio del diferente, la añoranza dictatorial. Es el odio el que guía sus pasos.
El 14 de marzo se cumplirá un año del asesinato de Marielle Franco. Favelera, concejala por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), lesbiana, activista por los derechos humanos. Tenía 38 años. Aquella noche aciaga viajaba en un coche con su conductor y una asesora. En pleno centro de Río de Janeiro otro vehículo se puso a su lado. Una ráfaga precisa, de nueve tiros, acabó en el acto con las vidas de Marielle y su chófer Anderson Pedro Gomes. La asesora se salvó milagrosamente.
Instantes antes, Marielle había participado en un acto por los derechos de las mujeres negras en el barrio de Lapa. Su asesinato se produjo un mes después de que el gobierno carioca entregara al ejército el control del orden público en la ciudad. Como concejala y favelera, denunciaba a diario la brutalidad de las fuerzas de seguridad contra las poblaciones más pobres.
El veneno inoculado en Brasil no detiene su traza infecciosa. A dos días de cumplirse un año del asesinato de Marielle Franco, dos policías fueron detenidos como presuntos responsables de su muerte, quienes, además, según medios locales, tienen vínculos con miembros de la familia del presidente Jair Bolsonaro.
Se trata del sargento de la Policía Militar (PM) Roni Lessa, de 48 años, acusado de ser el autor de los disparos, y de Elcio Vieira de Queiroz, de 46, que según los informes fue expulsado de la PM, sospechoso de ser el conductor del vehículo desde el cual Franco y Anderson fueron acribillados a balazos el 14 de marzo de 2018 en pleno centro de Rio.
Según los fiscales del Grupo de Acción Especial de Combate al Crimen Organizado, el atentado fue meticulosamente planificado durante tres meses.
A la conmoción de esta noticia se sumó la denuncia del portal Brasil 247. Vieira de Queiroz ostenta en su perfil de Facebook una foto junto al presidente Jair Messias Bolsonaro, ambos aparecen sonriendo. En la foto, el rostro de Bolsonaro está cortado. Esta fue publicada el 4 de agosto de 2018. En cuanto a Lessa, este vive en el mismo condominio que Bolsonaro.
El PSOL, partido en el militaba Marielle, emitió un comunicado de su Mesa Ejecutiva Nacional: “Durante el último año exigimos a las autoridades una respuesta definitiva que pudiese poner fin a la angustia de la familia, amigos y compañeros de partido de Marielle. Por eso, el PSOL manifiesta su alivio ante la información de que los autores del asesinato fueran identificados. Sin embargo, el crimen solo será plenamente esclarecido cuando sean identificados y debidamente responsabilizados también los que ordenaron el asesinato de Marielle y de Anderson y las motivaciones del crimen. Los autores del este crimen político no son solo enemigos del PSOL. Son enemigos de la democracia, los derechos sociales, los derechos de las mujeres, de los negros y negras y de todos los oprimidos. Exigimos justicia y condena a los responsables materiales e intelectuales de este atentado a la democracia. El día 14 (de marzo) saldremos a las calles por Marielle Franco”.
Disparen sobre Marielle
En octubre de 2018, Flávio Bolsonaro, el primogénito del presidente, defendió la destrucción por parte de dos miembros de su partido de una placa que homenajeaba a Marielle Franco. “No hicieron otra cosa que restaurar el orden”, los alabó. (http://reportebrasil.com/2018/10/04/hijo-de-bolsonaro-defendio-destruccion-de-una-placa-que-homenajeaba-a-marielle-franco/).
En enero de este año, se conoció la noticia de que sospechosos del asesinato de Marielle trabajaron con Flávio Bolsonaro. Estos, incluso, fueron homenajeados cuando Flávio era diputado estadual. (https://www.vice.com/es_latam/article/yw8zwv/broadly-sospechosos-asesinato-marielle-franco-vinculos-familia-bolsonaro)
También en enero, Jean Wyllys, diputado federal de Río de Janeiro por el PSOL y amigo íntimo de Marielle Franco, a raíz de las constantes amenazas de muerte decidió no comenzar su tercer mandato popular y exiliarse. En su cuenta de Twitter, el presidente Bolsonaro escribió: “Gran día”.
Apenas unas horas después de ser acribillada a balazos, Marielle fue víctima de las redes digitales y las falsas noticias propagadas por los trolls bolsonaristas que intentaron ensuciarla vinculándola con el narcotráfico y el crimen organizado.
En su cuenta de Twitter, la esposa de Marielle, Monica Benicio, escribió este martes: “Espero poder tener acceso a los detalles para que sienta seguridad con este resultado. Pero ahora falta la respuesta más urgente y necesaria de todas: ¿QUIÉN MANDÓ A MATAR a Marielle? Espero no tener que aguardar más de un año para saber”.
¿El presidente Bolsonaro, su hijo Flavio, podrán responder a esta pregunta?
Sí, es el odio…
… El que guía los pasos de la familia Bolsonaro. Agitaron el odio como una virtud en todas las instancias políticas que ocuparon y en la campaña presidencial. Envenenados de ese odio y de ese prejuicio, casi 58 millones de personas eligieron a Bolsonaro como presidente.
“La limpieza ahora será mucho más amplia, nunca vista, si ese grupo quiere quedarse aquí va tener que someterse a nuestra ley, o va para fuera o va para la cárcel. Esos marginales rojos serán desterrados de nuestra patria”. ¿Mussolini en 1922, de Oliveira Salazar en 1932, Hitler en 1934 o Franco en 1936? Ninguno de los cuatro. Esa frase se pronunció el 21 de octubre de 2018 en un discurso grabado que se emitió por pantalla gigante a manifestantes concentrados en la Avenida Paulista de Sao Paulo. El autor: Jair Messias Bolsonaro.
Sus pronunciamientos de corte fascista fueron la regla en sus casi tres décadas de actuación política. Ya amenazó a negros, feministas, pobres, colectivos LGTB, militantes de izquierda. También a movimientos sociales. Afirmó que tipificará como “organizaciones terroristas” al Movimiento Sin Tierra (MST) y al Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST).
No ha dejado sector social sin amenazar este ex capitán, expulsado del ejército por intentar perpetrar un atentado terrorista, diputado mediocre durante veintiocho años y cuya figura trascendió fronteras por su discurso venenoso contra Dilma Rousseff durante las tristes jornadas del impeachment, en el que reivindicó la dictadura militar y al mismísimo torturador de la expresidenta.
El 18 de abril de 2016 dijo: “Perdieron en 1964 (año del golpe contra João Goulart) y van a perder ahora. Por la familia, la inocencia de los niños en las aulas, que el PT nunca tuvo, contra el comunismo, por nuestra libertad, en contra del Foro de São Paulo, por la memoria del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, el terror de Rousseff, por las Fuerzas Armadas, por Brasil encima de todo y por Dios por encima de todos, mi voto es sí”.
Sí, es el odio el que guía sus pasos.