En Río Cuarto, Córdoba, el intendente Juan Manuel Llamosas logra la reelección y queda así como el primer peronista desde la recuperación democrática en ser reelecto y el segundo peronista en llegar a la intendencia.

Era un escenario absolutamente adverso para el peronismo local, al que le cargaron todos los males de la pandemia, le achacaron los errores del gobierno nacional y del provincial, sufrió el desgaste del mandato vencido, dos prórrogas de la fecha de los comicios y una erosión de casi veinte puntos en las preferencias de los votantes. Una ciudad en la que las familias tradicionales y el canal de televisión abierto son explícitamente antiperonistas y en donde hay una costumbre de cuatro décadas de votar al radicalismo, a la que el marketing político transformó en una de las capitales del voto macrista desde 2015, que a pesar de malos gobiernos y malos candidatos le garantiza un piso de arriba de treinta puntos. En este contexto, Juan Manuel Llamosas logró la osadía de una nueva victoria electoral.

Él es un hijo de la unidad del peronismo cordobés con un fuerte apoyo al recambio generacional impulsado por José Manuel De la Sota en sus apuestas de mediano plazo, en un equilibrio permanente con Juan Schiaretti.

Juan como uno, Manuel como el otro, logró en 2015 ganar una elección difícil en donde la interna del radicalismo cambiemita abrió la grieta por la que se inventa Pablo Carrizo, un distinto en la política local que ya desplegó sus alas y construyó un nicho de dos concejales para ocupar su lugar en la democracia local.

El paso a la inmortalidad de José Manuel De la Sota dejó un vacío imposible de llenar en la política provincial, que obligó a reacomodos y nuevos equilibrios en la política local, como aquellos aviones que pierden una turbina en pleno vuelo y deben compensar para mantener el rumbo y no estrellarse. Sorprende la generosidad de Schiaretti, que usó su lapicera de gobernador para cobijar a las huestes de José, clave para consolidar una reelección histórica en el sexto mandato consecutivo del peronismo en la provincia.

Una retórica no ideologizada, no militar un antimacrismo visceral, como Alberto, les mantiene un diálogo abierto con una ciudadanía local adversa al kirchnerismo desde 2007-2008.

Un acto de reconocimiento del triunfo con Alberto Fernández y Juan Schiaretti por videollamada, Adriana Nazario, Carlos Gutiérrez, Santiago Cafiero y Wado de Pedro, asustó a una Patricia Bullrich y a un Cornejo que soñaron con una primera foto de victoria electoral del macrismo tras la derrota estratégica del 2019, y consolidó un mensaje contundente que ratifica el camino de la unidad como el camino más inteligente a pesar de las tentaciones, el cortoplacismo y el recambio generacional en marcha.

Un radicalismo cambiemita dividido, con Larreta y Lousteau de un lado –los dialoguistas–, con Bullrich y Cornejo del otro –los duros–, con un Macri escondido y una Vidal en boxes, esperanza el sueño de los negros de poder consolidar el rumbo ante la división de los rubios.

Juan Manuel enfrenta un nuevo desafío con esta oportunidad que le concede la ciudad de Río Cuarto: desplegar el proyecto que el peronismo concibe para el bastión del sur cordobés. En ocho años de gobierno veremos su legado: ojalá nos hable de justicia social; ojalá la economía del conocimiento permita agregar valor en origen e internacionalizar la matriz PyME; ojalá la Universidad, el Municipio y la Provincia hagan sinergia en los temas estructurales; ojalá la capital nacional alterna de la Argentina permita irradiar la ideas locales al gobierno nacional y jerarquizar los mejores proyectos para la región. Ojalá la crisis que nos deja la pandemia, agravada por las consecuencias de cuatro años de un mal gobierno de Macri, sea un punto de partida en el cual podamos sellar la importancia de las políticas de Estado y de mediano plazo por sobre el cortoplacismo de los oportunistas de la política y que el marketing político sea subordinado a los intereses de los grandes movimientos políticos con capacidad de llevar a la ciudad a un futuro mejor para sus habitantes.