La imagen captó el abrazo en Asunción entre Mauricio Macri y Horacio Cartes violando todos los protocolos de seguridad por el Covid-19. El expresidente argentino viajó el 13 de julio desde Buenos Aires en la aeronave con matrícula ZP-BOJ de la empresa Tabacalera del Este S.A. (Tabesa), que pertenece al exmandatario paraguayo. A partir de ese momento las especulaciones y críticas se acrecentaron a ambos lados de la frontera.
Para colmo, la razón argumentada para el viaje relámpago fue desmentida: “Tanto CONMEBOL como FIFA confirmaron a Data Clave que el traslado del ex presidente argentino a la capital paraguaya no tuvo relación con asuntos institucionales del fútbol o de la fundación que encabeza Mauricio Macri”.
Más leña al fuego echó el presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre: “Los traidores van a repartir los maletines del negociado que postergó al Paraguay por 30 años. El acuerdo Cartes Macri en Yacyretá, que el traidor de Mario Abdo (actual presidente de Paraguay), en campaña prometió romper. Sin embargo, lo aprobó 2 veces”, expresó en su cuenta de Twitter. El dirigente opositor se refería al pacto que en mayo de 2017 firmaron ambos expresidentes y que implicó la “entrega de nuestra soberanía hidroeléctrica, la entrega de Yacyretá. Es decir, 30 años estos sinvergüenzas entregan a Argentina a 11 dólares nuestra energía. Y ahora ellos venden a Brasil nuestra energía a 80 dólares. Y eso es lo que están arreglando”.
Desde la oposición progresista en Paraguay, el diputado del Parlasur, Ricardo Canese, quien además es secretario de Relaciones Internacionales del Frente Guazú, manifestó que Macri “fue recibido por Cartes violando todas las normas de precaución fijadas por el mismo gobierno paraguayo por el coronavirus. El expresidente argentino vino en un avión de una empresa tabacalera de Cartes, que hace el contrabando de cigarrillos más grande de la región, a países como Brasil, Argentina, Colombia y México, incluso llegando hasta Aruba”.
Para el dirigente, la reunión fue “para reforzar los vínculos con los sectores más conservadores de la sociedad paraguaya, profundizar el eje contra el progresismo, tal vez previendo las elecciones en Bolivia donde todas las encuestas dicen que puede ganar el MAS de Evo Morales. Mi sospecha es una conspiración de estos sectores contra la democracia y, complementariamente, para seguir con sus negociones poco transparentes”.
Los periodistas Pablo Jiménez y Mauro Federico ahondaron en las razones de este viaje en una pormenorizada y exhaustiva investigación acerca de “los ejes de un negocio que une a Macri con Cartes”. Señalaron que “la construcción de la hidroeléctrica Aña Cuá, la defensa de un cuestionado acuerdo para la condonación de una deuda por más u$s 10.000 millones que aguarda el aval del parlamento argentino y un posible esquema asociativo para explotación de peajes, fueron parte del temario que discutieron ambos mandatarios el lunes pasado. ¿Qué hacían en la reunión tres integrantes del directorio del banco de la familia Cartes, involucrado en maniobras de lavado de dinero por la justicia brasilera?”
Macri, quien afronta en la Argentina serias acusaciones por espionaje ilegal a propios y extraños que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) realizó durante su mandato, mintió al canal paraguayo GEN TV sobre las razones del viaje relámpago a Asunción: “Obedeció a una invitación de mi amigo el presidente Cartes para repasar una agenda de cómo hay que salir de este momento de preocupación que ha significado esta pandemia”.
Parlamentarios de la oposición presentarán un pedido de informes sobre las razones de este encuentro, ya que ambos países se encuentran en cuarentena estricta desde marzo. ¿Por qué estos violaron los cordones sanitarios estrictos que impusieron Paraguay y Argentina por la pandemia? ¿Por qué no realizaron este encuentro de manera virtual? ¿Por qué argumentaron falsamente que la reunión se relacionaba con temas deportivos por el rol de Macri en la FIFA? ¿Cuáles son entonces los “asuntos impostergables” que aduce el documento presentado para la autorización del vuelo? ¿Se atreverán a responder?
Ni siquiera esta noticia que publicó el 8 de julio ABC de Paraguay los hizo desistir del encuentro: “Un juez de Río de Janeiro pidió a la Fiscalía General del Estado que notifique a los paraguayos implicados en el Lava Jato para que presten declaración. Entre ellos resalta el nombre del expresidente Horacio Cartes y varios de sus amigos y allegados al doleiro Darío Messer. Todos los implicados, que están investigados por posible lavado de activos y organización criminal, pueden dar la declaración por escrito de acuerdo a la ley brasileña”, informó el diario.
En diálogo con SANGRRE, el periodista brasileño Leonardo Wexell Severo explicó que “la operación Lava Jato sacó a la luz nuevos tentáculos del mega sistema de corrupción que envuelve a diferentes gobiernos de la región incluyendo a varios expresidentes latinoamericanos”.
En el caso de Paraguay, relata Wexell Severo, se emitió “en mayo de 2018” una “alerta roja para a captura internacional del traficante Dario Messer, a quien tilda como el “mayor doleiro de Brasil” acusado “de encabezar un sistema ilegal de lavado de dinero, evasión de divisas y sobornos llamado Bank Drop, compuesto por 3.000 empresas que gozan de todo tipo de ventajas fiscales en 52 países y que realizó transacciones por 1,6 billones de dólares”.
Sostiene el periodista que “Messer y Cartes siempre fueron dos lados de la misma moneda: en la década de 1980, durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), Messer abrió una cuenta en el banco HSBC y, al mismo tiempo, Cartes abrió dos cuentas en el mismo banco. Este hecho ocurrió apenas siete días después de que Cartes fundara su propio centro oficial de lavado, Cambios Amambay”.
Tal es el vínculo entre ellos, que Cartes integró a Messer a la comitiva oficial que visitó Israel en 2013. Es más, el expresidente le otorgó a “su hermano del alma” la ciudadanía paraguaya, que luego la Corte Suprema de Justicia le quitó en 2018 tras constatar las múltiples acusaciones que pesaban en su contra.
El propio Cartes da cuenta en esta declaración de 2016 sobre las razones de este vínculo tan fuerte: “En un momento muy especial de mi vida, tiempo de grandes dificultades, Dios puso en mi camino a una familia, a una gran persona, que me acogió en su corazón y sentimiento, me hizo sentir parte de su familia, me ayudó y me enseñó cosas fundamentales que me han servido y me sirven en la vida y que se ganó mi eterno cariño filial, mi gratitud y mi admiración. Su recuerdo llena mi mente y mi corazón en este acto. Me emociona y me honra mencionar el nombre querido de don Mordko Messer, mi segundo padre, que Dios lo tenga en su Santa Gloria”.
Allí no acaban las acusaciones contra Horacio Cartes: un cable clasificado de la Embajada de Estados Unidos, fechado en Buenos Aires del 5 de enero de 2010, comunica sobre la Operación corazón de piedra de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) “una investigación coordinada y transnacional enfocada en la interrupción y desmantelamiento de una importante empresa de tráfico de drogas y lavado de dinero que opera dentro del Área de la Triple Frontera (TBA) de Argentina, Paraguay y Brasil, y en otros lugares del mundo (…) Mediante la utilización de una fuente cooperante de la DEA BACO y otro personal encubierto de la DEA, los agentes se han infiltrado en la empresa de lavado de dinero de CARTES, una organización que se cree que lava grandes cantidades de moneda de los Estados Unidos generadas por medios ilegales, incluida la venta de narcóticos”.
Excusas vagas y mentiras evidentes no alcanzan para que Macri y Cartes, a pesar de ser empresarios millonarios y expresidentes, se deslinden de dar explicaciones del encuentro relámpago en medio de una pandemia. Negocios en común y graves causas judiciales asoman como la verdadera razón para una reunión insólita por “asuntos impostergables”.