El embajador argentino en Bolivia manifestó que “fue muy fuerte, sorpresivo, indignante haber encontrado la punta del ovillo de la trama de contrabando de armas”, además direccionó las responsabilidades del golpe de Estado de octubre de 2019 en el vecino país hacia el Grupo de Lima.

En diálogo con A las Barricadas, el programa de la García Lorca que se emite todos los sábados por FM La Tribu, Ariel Basteiro, embajador de la Argentina en el Estado Plurinacional de Bolivia, señaló que “fue muy fuerte, sorpresivo, indignante haber encontrado la punta del ovillo de la trama de contrabando de armas de la Argentina a Bolivia. La punta del ovillo fue la nota que encontramos en la Embajada en la que el general de la de la Fuerza Aérea Bolivia, Jorge Terceros Lara, agradecía de manera ostentosa al exembajador argentino allí en Bolivia por el envío, por el regalo, por la donación, por el contrabando de 40.000 cartuchos de balas antimotines y unos 200 gases lacrimógenos”.

Ese documento permitió “hacer un seguimiento y encontrar en Bolivia la prueba del delito, ya que una semana después en un depósito de la policía se pudo encontrar parte de ese cargamento, con lo que quedó claro que no era solo una nota o la sospecha de dicho envío sino que estaba ahí el material contrabandeado”.

Basteiro reveló el carácter ilegal de la entrega de armas mientras se consumaba en Bolivia un golpe de Estado: “Tenemos la información de que el oficial de Policía que se lleva el cargamento desde el aeropuerto, a pedido de un oficial de Gendarmería que era el enlace en ese momento de esa fuerza en Bolivia, lo hace sin ningún tipo de documentación”. Añadió que: “Una vez que llega al depósito, como no tenían ningún tipo de papel para presentar, hacen una nota mencionando lo que acababan de recibir; algo parecido a lo que pasó con la nota de Terceros Lara, salvo que no se envía a la embajada ningún agradecimiento pero queda asentada en la administración de la Policía”. Y sumó: “Gran parte de ese material no se usa porque, cuando llega al depósito, alguna de las cajas y una bolsa de Gendarmería muy grande tenían escrito un rotulo que decía ‘guantes’. Esto muestra la intencionalidad de esconder y engañar”.

Para el embajador esta situación “es doblemente vergonzosa para la Argentina” y recordó que “en 1980 en Bolivia hubo un golpe perpetrado por la narcodictadura de García Meza para romper el orden constitucional y la Argentina fue la promotora principal de esta situación. La dictadura militar argentina financió ese golpe de Estado que fue muy sangriento y 41 años después de ese aniversario justamente aparece la comprobación del delito, que Argentina había participado y había financiado con armamento a otra dictadura que era la de Jeanine Añez y ahora lo hacía un gobierno democráticamente electo como era el de Mauricio Macri”.

Al respecto, destacó el gesto de Alberto Fernández de “pedir disculpas y señalar la vergüenza” por este hecho, ya que “Macri lo hizo en nombre de la Nación argentina, no solo él se metió en un delito sino que metió a todo el país y Bolivia estaría en condiciones de pedir reparación por este hecho”.

“Por suerte, Bolivia comprende, entiende, sabe y nota la diferencia entre ese gobierno de Macri y este gobierno de Alberto, entre lo que hace el pueblo argentino por Bolivia y lo que hace un gobierno de derecha, y quizá no tengamos que pagar consecuencias mucho más graves que la vergüenza o el pedido de disculpas”, reflexionó.

El embajador contó que conversó esta semana con el presidente Fernández: “me recordó que él estuvo tratando de sacar a Evo con vida de Bolivia y cómo Macri se negó en dos oportunidades a recibir a Evo con el argumento de que ‘era para lío’, ‘que no se metiera en problemas’, ‘que iba a traer conflicto’. No le importó que la vida de Evo estaba en peligro; por eso Alberto Fernández terminó negociando con varios países latinoamericanos para que el avión pudiese abastecerse en Asunción y de ahí volar hasta México. Y esto pudimos comprobarlo después: la propia Cancillería llamaba a Perú, llamaba a Ecuador para que el avión no pudiera volar por arriba de sus territorios”.

Basteiro denunció que el golpe en Bolivia “fue ideado, pensado, asumido desde el Grupo de Lima. Echaron mano a un golpe militar-policial-eclesiástico a la vieja usanza y quedaron involucrados Ecuador, Argentina y Bolivia y se están investigando otros vuelos sospechosos entre La Paz y otros países latinoamericanos de aviones de la Fuerza Aérea o presidencial viajando sin pasajeros a buscar ya nadie sabe qué. Se puede suponer que allí hubo traslado de material”.