Uno puede ganarse la vida, trabajar. Pero a uno también pueden empezar a inquietarle algunas cosas: los problemas de los compañeros de laburo, las injusticias, el honor de su memoria familiar… Uno puede convertirse así en un metrodelegado y bancarse la demanda de los de adentro, la incomodidad ante esa mirada pulcra y nunca comprometida de los de afuera… asumir lo que la vida nos pone adelante, ser responsable, sin tampoco hacer de eso algo sobrevaluado.
En este capítulo 2 de La pasión según… (segunda temporada), Leandro Torres habla de una experiencia que, como a todo tesoro, la palpan mejor los que laburan bajo tierra.