Este domingo 9 de junio se llevan a cabo las elecciones provinciales en la provincia de Tucumán para elegir gobernador, vicegobernador y legisladores provinciales. La contienda se define directamente a través del número de sufragios positivos el día de los comicios, sin primarias ni segunda vuelta. Con el lanzamiento de nuevos espacios y alianzas, suman nueve las fórmulas en la disputa por el Poder Ejecutivo provincial. Entre ellas se destacan el gobernador Juan Manzur, quien busca la reelección como expresión del peronismo provincial; el ex gobernador, José Alperovich, que se presenta desde el espacio Hacemos Tucumán; la candidata del oficialismo nacional, Silvia Elías de Pérez; y Ricardo Bussi, hijo del represor Antonio Bussi.

Habló con nosotros del proceso eleccionario y de la perspectiva política provincial y nacional Gabriel Yedlin, actual Ministro de Desarrollo Social de la provincia de Tucumán, que asumió con la gestión del gobernador Juan Manzur en 2015 y acompaña la fórmula del Frente Justicialista por Tucumán (FJT) encabezando la lista de legisladores provinciales.

En términos de proyecciones ¿cómo se mide la fuerza del actual gobernador Manzur respecto del resto? ¿Cuál es el elemento diferencial del proyecto de ustedes para la provincia?

El diferencial de Juan Manzur es, por un lado, que es el único candidato que va por dentro del peronismo; y en Tucumán –que es una provincia peronista– la estructuración dentro del partico tiene un peso específico. Por otro lado, al ser el actual gobernador, cuenta con la ventaja de la tendencia que indica que los oficialismos, los gobernadores en ejercicio que se han presentado, tienen más posibilidad de renovar mandato. Pero, finalmente –y lo que creo más importante en términos políticos–, la gestión de Juan Manzur ha sido exitosa dentro de las enormes dificultades que tiene hoy la Argentina, y esto el pueblo de Tucumán lo entiende así. Entiende que la gran dificultad que vivimos hoy los argentinos tiene que ver con el fracaso político de Macri y, por ende, el fracaso económico y social que ha generado esta ideología liberal del presidente de la nación.

Tucumán es una provincia que no ha achicado, que no ha ajustado, que no se ha endeudado, ni un dólar en deuda externa; es una provincia en la que los sueldos han acompañado la inflación con la cláusula gatillo que se le ha puesto a todos los trabajadores del Estado; en la que se ha ampliado el trabajo privado; en la que ha subido el turismo. Tucumán se ha conectado al mundo, desde los vuelos hasta las exportaciones: ha exportado más de mil millones de dólares, ha exportado más de ciento sesenta productos a ciento cincuenta países. En general hemos tenido clases, no hemos tenido paros, hemos tenido paritarias. Todo al revés del gobierno nacional.

Gabriel Yedlin, candidato a legislador provincial, junto a Ernesto Nagle, candidato a primer concejal de San Miguel de Tucumán (Frente Justicialista por Tucumán)

El Frente Justicialista por Tucumán no es la única expresión del peronismo provincial, ya que José Alperovich –por Hacemos Tucumán– se presenta como candidato a gobernador. ¿Cuáles son las razones para que el peronismo provincial vaya dividido en esta elección?

 Primero, el peronismo acá en Tucumán no va dividido, va dentro del partido peronista. En cuanto a los que se han ido y votan afuera, están fuera del peronismo. Un peronista que está fuera del partido deja de ser funcional al peronismo. Y, en el caso de Alperovich, aunque moleste decirlo, termina siendo funcional a la estrategia de Cambiemos.

La candidatura de Alperovich es, a mi manera de ver, un tema personal, familiar, de su necesidad de querer ser candidato de nuevo. No tiene que ver ni con la voluntad de un partido ni con un proyecto político. Yo creo que la política es un tema de equipo, un tema doctrinario, partidario; y José –con mucho dolor lo digo– tiene un proyecto que es personal, que es familiar, individual, algo que no tiene que ver con lo que hemos ido construyendo, y pienso que ese es el motivo por el que se ha ido.

De todas maneras, las encuestas y la percepción que uno tiene de la gente es que este domingo el peronismo, encabezado por el gobernador que, a su vez es el presidente del Partido Justicialista a nivel provincial, va a ganar muy bien las elecciones en Tucumán, repitiéndose un poco lo sucedido en la mayor parte de las elecciones que se han realizado en el país.

Desde la cartera de Desarrollo Social provincial, ¿cuál es tu percepción sobre la política de desarrollo social a escala nacional en la actualidad? ¿Cómo impactaron las medidas nacionales en la provincia y cuáles serían los ejes impostergables en caso de que el peronismo continúe al frente del gobierno de Tucumán?

En primer lugar, el trabajo del Ministerio de Desarrollo de la Nación, que ha abandonado a las provincias, ha trabajado como si fuese el ministerio de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires, no ha trabajado para la gente del interior, la gente más pobre, la que más necesita, y ha sido utilizado por Cambiemos solamente para su armado electoral. Ni siquiera dialoga con los ministros del país: nos juntamos solo dos veces, al principio de la gestión. De hecho, por nuestra nos hemos juntado en una liga de ministros. La verdad que no han sido federales ni tampoco han generado ninguna política social nueva, buena, con perspectiva de derechos. Son en ese sentido un fracaso.

En segundo lugar, hay que decir que el mayor determinante social es la economía. Y también ahí, en este sentido, lo que marca a Cambiemos es el fracaso: el fracaso del modelo económico, que ha empobrecido a los argentinos, que los ha hecho quedarse sin trabajo, sin poder pagar las tarifas de los servicios públicos, sin remedios; que el PAMI no atienda, que dejen de darles pensiones por discapacidad a la gente, que dejen de pagarle a los prestadores de salud y discapacidad, que hayan endeudado al país en cientos de miles de millones de dólares por generaciones. Todo ese enorme fracaso, que genera la gran deuda social que tenemos hoy, no es por supuesto responsabilidad del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, ya que son políticas integradas las que se necesitan para que la gente esté mejor; pero la cartera de Desarrollo Social debería ser la voz dentro del gabinete que lleve la pelea para poder cuidar a la gente más humilde. Y claramente eso no lo han hecho, o bien han fracasado en eso también.

Las prioridades políticas y sociales para nuestro gobierno, a mi manera de ver, son varias. Primero, sin lugar a dudas, la seguridad alimentaria, porque ha vuelto a haber dificultades concretas de indigencia y de hambre en la Argentina, un país que no es pobre, sino que lo han empobrecido. Es tremendamente injusto que en un país como el nuestro haya gente que tenga dificultades para comer. En segundo lugar, la protección de la mujer, las políticas de género, un enorme tema de agenda. Y en tercer lugar, la temática de adicciones, que, a mi entender, es otra prioridad a trabajar.

En el escalonado calendario electoral de la nación se verifican diferentes estrategias provinciales respecto a provincializar o nacionalizar la elección. En el caso del Frente Justicialista por Tucumán, y teniendo en cuenta que su principal candidato salió a saludar la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, ¿cuál será la estrategia en ese sentido? ¿Cuáles serán las ideas directrices que llevará el mandato provincial en un escenario de crisis económica muy aguda pero de reunificación del peronismo en caso de ganar el peronismo el Ejecutivo Nacional?

Tucumán nacionalizará la elección en la medida que no será ajeno al proceso de recuperación de nuestro país luego de la experiencia de fracaso de Cambiemos. Desde la provincia hay varias iniciativas que podemos aportar. El gobierno nacional debería tener medidas a corto plazo que logren que en Argentina sea barato comer. Puede ser caro un plasma, una computadora, un viaje, un auto, pero no comer. Hay que fondear la Asignación Universal por Hijo para poner recursos en los sectores más humildes de manera rápida: la AUH es sin dudas la herramienta más veloz, no discrecional, permeable, directa, con la que cuenta el gobierno nacional para hacerlo. Tiene que volver a ser barato comer y hay que hacerlo posible. En este sentido, también hay que quitarle el IVA a los alimentos de primera necesidad, de la canasta básica, para que se puedan comprar más.

También podrían mantenerse abiertas las escuelas en las próximas vacaciones, porque hay que entender que el próximo gobierno va a asumir el 10 de diciembre, y diciembre es un mes complejo desde lo social, siempre lo ha sido: sostener las escuelas abiertas durante las vacaciones es una experiencia que en Tucumán hemos hecho y es fantástica, no solo porque da protección alimentaria en sus comedores, sino porque les genera a los chicos una rutina de cuidado y de recreación, en un contexto en el que muchos no van a tener oportunidad de vacaciones. La vuelta a clases en marzo también va a ser compleja, por las paritarias y porque siempre hay un gasto en marzo con el guardapolvo, los útiles, etc.

Y después hacen falta otras cosas de fondo. Así como el país se tiene que desendeudar, hay que volver a desendeudar a la gente. Porque el gobierno de Macri está dejando endeudada a toda la gente con los bancos, con las tarjetas, con los prestamistas del barrio; el mismo ANSES ha funcionado como una financiera, prestándole a la jubilación mínima, a la gente con la AUH, plata al cincuenta por ciento de interés a seis años, una barbaridad. Así que otro de los desafíos de las políticas sociales del próximo gobierno va a ser no solo desendeudar el país sino desendeudar a las familias para que puedan volver a estar mejor. Hay que volver a tener un Estado que cuide, y hacer que se puedan volver a pagar las tarifas, que se puedan volver a comprar los remedios, que vuelva a ser barato comer en la Argentina.