A dos meses de la primera ronda electoral del 31 de marzo en la que se realizaron las PASO en San Juan, volvimos a conversar con Matías Sotomayor, precandidato a diputado proporcional por el frente Todos. De cara a las elecciones que este domingo definirán el gobierno de la provincia para los próximos cuatro años y con la certeza de la consagración del gobernador Uñac, hablamos esta vez sobre las políticas que deberá encarar el gobierno provincial en esta nueva etapa, su rol en la perspectiva de un cambio de gobierno a nivel nacional y la participación de los jóvenes en todos estos procesos. Sotomayor es militante del departamento Rivadavia, Secretario de Derechos Humanos del PJ –cargo que creó el gobernador Uñac apenas asumió como presidente del partido en la provincia– y presidente de la Red de Líderes Generacionales de América Latina y el Caribe.

Matìas Sotomayor

Entre la última vez que conversamos y este momento, se definió a nivel nacional la fórmula Alberto Fernández – Cristina Kirchner para ir por la presidencia en representación del peronismo y con el objetivo de confluir en un frente de unidad. ¿Cuál es la lectura que se hace en San Juan de esta fórmula?

Hace poco se viralizó el video de un almuerzo que tuve la posibilidad de compartir, donde Sergio Uñac habló sobre el gesto de grandeza de Cristina Kirchner de “bajarse”, de dejar su lugar con 35 puntos de intención de voto. Tener la voluntad de decir que no va ella, que va detrás de Alberto o de cualquier otro candidato, me parece más que importante. El gobernador lo ha destacado porque muchas veces priman los egos y uno ve que gente con 5 por ciento o 0,1 por ciento de intención de votos no se baja de un pedestal. Así que, en principio, pienso que un decisión altamente reivindicable. Por supuesto, hay actores que creen que CFK no debería ir directamente o que creen que Alberto Fernández no será quien traccione finalmente los votos que el proyecto necesita. En este sentido, la visión –o, mejor, el ejercicio– que intentamos realizar en términos políticos desde la provincia es pregonar fuertemente la unidad. Es decir que si esta fórmula ha impulsado la unidad, nosotros lo que debemos hacer es profundizarla. Nuestro deber desde lo político, desde lo social, como sanjuaninos es ir en esa dirección, porque si no estamos diciendo algo que luego no lo llevamos a cabo en los hechos.

En este proceso que mencionás, muchos gobernadores saludaron la fórmula, incluso algunos que no estaban tan cercanos al kirchnerismo o a Unidad Ciudadana. ¿Creés que la figura de Alberto Fernández sirva para llevar adelante un proceso de recomposición más federal del peronismo que un poco se debilitó durante los últimos años?

Esperemos que sí. Todos están pendientes de esto. Si me preguntás a mí, creo que tiene que haber un gesto y espero que estos cuatro años nos hayan hecho tener la madurez suficiente para hacerlo. El gesto de Cristina me parece que marca claramente que hay que hacer una autocrítica desde todos los sectores. En este sentido, si bien una de las críticas fue el tipo de relación imperante con las provincias o cierta forma más sesgada, con respecto al federalismo, del control de fondos, del sometimiento de obras, yo no creo que haya sido tan así. Al contrario, no creo que en la historia del país, al menos desde el regreso de la democracia, haya habido tantas obras en el interior del país. Pero hay algunos a los que quizá les gritan un poco de más y enseguida se ofenden; son muy sensibles los muchachos, cuando les conviene, porque después los someten económicamente y no dicen nada. Más allá de esto, sí es verdad que tiene que haber una autocrítica que configure otro modelo de país, de relación con lo federal, como proyecto, como compañeros para avanzar hacia una nueva realidad.

Yendo a la elección de este domingo en la provincia, donde seguramente el gobernador tendrá su segundo mandato, ¿cuáles son, de cara a los próximos cuatro años de gestión, los ejes principales para desarrollar?

Me parece que el objetivo central de la provincia es desarrollar el “modelo San Juan”, que no es nada más ni nada menos que un modelo peronista. Un modelo que cree en la justicia social, la soberanía política y la independencia económica. Si nosotros profundizamos un modelo fuertemente ligado al desarrollo de la economía regional, a poner en valor nuestro trabajo, a nuestros trabajadores por lo tanto, y logramos generar ingresos y hacer que haya trabajo genuino, trabajo de calidad, eso genera un fortalecimiento en el consumo interno. Sobre todo en muchas actividades que no estaban tenidas en cuenta, por ejemplo el turismo o el desarrollo cultural como una expresión de la industria. Todos hablan de la industria del turismo, pero yo creo que hay que hablar de una cuestión más integral: de la industria de la innovación. Entonces, poner en valor esas cosas es importante como, por ejemplo, la creación del Centro Cultural Costanera. Que San Juan cuente con un Centro Cultural con capacidad para cincuenta mil personas era impensado hace algunos años y hoy lo tenemos. Tenemos una de las ofertas culturales más importantes del país, con el Teatro del Bicentenario, el Auditorio Juan Victoria, el Museo Provincial de Bellas Artes que es uno de los más modernos a nivel nacional. Estamos tratando de generar una oferta turística, cultural que haga que los argentinos vean de otra manera nuestra provincia y que repercuta también a nivel internacional. Que permita, entonces, desarrollar crecimiento y fuentes de trabajo.

Este desarrollo económico, productivo y la generación de fuentes laborales es central para la gestión de la provincia. A contramano de lo nacional, donde se cerraron cerca de mil frigoríficos, en San Juan estamos abriendo uno de los más grandes de todos que ha generado casi trescientos cincuenta puestos de trabajo. Para San Juan, donde tenemos setecientos mil habitantes y que muchos de nuestros trabajadores dependen directa o indirectamente de la actividad minera, poder empezar a fortalecer otros ejes de producción es sumamente importante. Esto implica también generar el respaldo jurídico y la promoción industrial para que los empresarios puedan invertir en la provincia. Y no solo hablo de brindar garantías económicas, financieras, sino también de un ordenamiento donde la provincia les asegure tener una continuidad, un acompañamiento permanente para sostener el empleo y para generar mayor producción y mayores inversiones. La persona que va a invertir en la provincia, en el país, quiere seguir creciendo, invirtiendo, no estancarse. Eso se sostiene con un modelo integral, y esto es lo que muchos llaman el “modelo San Juan”. Yo, como dije, creo que es el modelo justicialista. Lo escuchaba el otro día al gobernador Schiaretti diciendo que es necesario el equilibrio fiscal. Para nosotros es necesario, por supuesto –de hecho ha sido una de las fortalezas de la gestión de Uñac–, pero no como un objetivo en sí mismo porque, si no, en función de esto, descuidamos la producción y la generación de empleo.

Por primera vez van a votar en la elección presidencial jóvenes que nacieron en el 2003, o sea que han llevado una vida (excepto estos cuatro años) dentro de lo que es una gestión peronista, pero también tuvieron estos años la experiencia de la represión, de la persecución. Vos sos un dirigente joven, ¿cómo reflexionás sobre ese voto y sobre las garantías que este país debe darles a los jóvenes para decirles que no van a salir a matarlos, que van a tener un trabajo, que van a tener posibilidades, justamente, desde esa matriz justicialista? ¿Qué te parece que hay que decirles a estos chicos?

Cuando nosotros impulsamos el voto a los dieciséis años yo tenía muy corta edad. Era dirigente de la juventud peronista. Yo empecé a ser parte de la construcción peronista a los trece años, en el 2001, cuando el país se incendiaba. Y me hubiera gustado haber podido votar en el 2003, en el 2005. Por eso impulsamos fuertemente esto, porque había muchos jóvenes que estábamos convencidos de que había otro camino y que la participación política era importante. Desde esa perspectiva, creo que las plataformas políticas, las propias y las extrañas, no han sabido generar un plan de políticas públicas que esté acorde a las necesidades de los jóvenes, con la base puesta, por ejemplo, en los derechos humanos. El acceso a la educación como forma fundamental en la generación de debates dentro de las escuelas hoy no existe. Me parece que hay que hacer un profundo planteamiento sobre qué sistema educativo necesitamos. También lo digo como crítica: estuvimos doce años en el gobierno y no hemos podido generar otro plan de educación.

Creo que está faltando un plan de políticas públicas hacia los jóvenes, orientado desde los derechos humanos, desde el respeto, la defensa y la puesta en valor de la decisión de cada uno y que pueda poner de manifiesto hacia dónde están direccionadas las políticas. Si están pensadas para la realización del hombre o si están hechas para un sistema capitalista totalmente perverso que lo único que quiere es generar más dinero, mayor exclusión, en función de la rentabilidad. O si queremos un Estado de derecho que nos permita construir una sociedad más igualitaria y más justa.

Cuando pienso sobre estos criterios, siempre cuento una anécdota que tengo con Néstor en el momento de la discusión del matrimonio igualitario. Mi provincia fue altamente contraria al matrimonio igualitario y yo tenía una posición fuertemente tomada. Era dirigente de la juventud el PJ e incluso dirigentes del partido en San Juan estaban en contra. En ese momento Néstor me dice: esta ley va a permitir que tu generación viva en una sociedad más tolerante. No me dijo que era bueno porque todos ahora se iban a poder casar, sino que el fin, la meta era mucho mayor. Y yo sigo militando por eso.